Ephrat: No One’s Words

PORCUPINE TREE, BLACKFIELD, NO-MAN, BASS COMUNION, I.E.M, trabajo de producción para ANATHEMA y un millón de bandas más… Si a día de hoy algo está claro en el mundo del rock progresivo es que este no puede ser concebido ni entendido sin el nombre de Steve Wilson de por medio. Musicazo como hay pocos, productor, gran mezclador, Steve es probablemente el personaje más relevante dentro de la nueva generación de músicos nacidos allá por los años 60. Por supuesto es de esos en los que cualquier banda del género piensa e incluso sueña algún día con poder contar con sus servicios al grabar un disco debut por reconocimiento, prestigio y profesionalidad. Pero esto no es fácil ateniéndonos a causas económicas y temporales. Si bien el inglés se engloba dentro de la raza humana, sus días tienen 24 horas en las que ha de atender a su propia banda y al buen puñado de proyectos en los que se involucra día a día, producto simple y llanamente de su pasión ciega por este arte llamado música. Sin embargo, la banda que a continuación nos presenta Inside Out Music, la vertiente progresiva del gigante SPV Records, tuvo y tiene la suerte de contar entre sus colaboradores no solo con el propio Steve, sino con algún que otro personaje ilustre dentro del mundo progresivo. Debutan con “No One’s Words”, un LP que cuanto menos a priori se presenta muy pero que muy bien.

La historia de amistad de Steve Wilson con la escena progresiva israelí comienza en el año 2000 cuando Geffen, un fan de PORCUPINE TREE, invita a la banda de Wilson a actuar en Israel. Tras el show una gran amistad une a los dos músicos que, tiempo después, deciden grabar algo juntos bajo el nombre de BLACKFIELD. Algunos shows, un segundo disco e incluso un DVD forman parte de la discografía de un grupo nacido de una gran amistad. Fue entonces cuando Steve tomó contacto con algunos de los mejores músicos de aquel país tan castigado por los conflictos político, y donde conoció a Omer Ephrat, el protagonista de la novedad musical que hoy nos ocupa.

Ocupándose él prácticamente de la totalidad de la música de este “No One’s Words”, el hasta hoy desconocido multi-instrumentista nos propone un apasionante viaje a través de la música étnica israelí con notables influencias europeizantes. Influencias evidentes de grupos como PORCUPINE TREE, KING CRIMSON o PINK FLOYD hacen de este trabajo un relajado pasaje a través del túnel del tiempo que nos invitará a retroceder unos cuantos lustros, pero al mismo tiempo nos propondrá una introspectiva al rock progresivo del futuro. Nos lo desvelan temas como “The Sum of Damage Done”, una obra maestra que por si fuera poco cuenta con la participación vocal de Daniel Gildenlow (PAIN OF SALVATION).

Infumable para cualquier persona no familiarizada con el género, “No One’s Words” tiene todo para recalar en el top 5 de lanzamientos progresivos  del año. El suave velo que cubre los temas es seña de identidad de las mezclas y masterización de Steve Wilson, puede constatarse en cualquiera de los 6 temas que componen el disco, de gran duración todos ellos, como no podía ser de otra forma. Interesantes contrastes entre distorsiones y partes limpias los registrados en “Haze”, corte en el que destaca la participación vocal del segundo invitado de excepción en el disco, bueno, invitada en este caso. Ni más ni menos que la aterciopelada voz de Petronella Nettermalm (PAATOS) quien pone la voz para el mencionado tema (compuesto en cosa de 5 minutos según el propio autor, a modo de curiosidad) y además canta a dúo el “Real (Attempts I – III), que cierra el disco con sus imponentes 19 minutos de duración.

Eclecticismo, sentimiento y la sensación constante del dejarse llevar para que la música fluya tan solo a través de los canales creados por las bandas que marcaron un antes y un después para el pensamiento musical del gran músico que se nos descubre hoy en la figura del israelí Omer Ephrat. Todo un gustazo y un disfrute al servicio de los 5 sentidos el darse un paseo relajado por “No One’s Words”. Con influencias de los más grandes del rock progresivo clásico y el metal progresivo moderno, diverso y entretenido a más no poder, este es un lanzamiento que, si admiras la grandeza de Steve Wilson, no deberías perderte.