Litio: No Hay Ángeles Para Todos

Bajo una cuidada presentación, tanto en la portada como en su libreto interior,
LITIO nos presenta su debut discográfico desde que a principios del nuevo milenio
distintos miembros procedentes de grupos poco conocidos, o por lo menos fuera
de la escena madrileña (dígase SUPEREGO, MY CRIMINAL PSYCHOLOVERS o PICASSOUND),
decidieran unirse para darle vida a una banda por derecho propio. “No Hay Ángeles
Para Todos”, al igual que las maquetas que lanzaron esta formación anteriormente,
ha sido grabado en los estudios Cube, contando con la producción de Alberto
Seara, persona también encargada de meter sus zarpas en algunos trabajos de
SKUNK D.F., HAMLET, COILBOX y los desaparecidos SOBER. Así que, antes de poner
el disco en el reproductor, las directrices del sonido de LITIO se vislumbran
casi con la transparencia de un espejo.

Bien es cierto que por este trabajo pululan aires de los últimos SOBER y actuales
SAVIA, e incluso algunos pasajes te podrá recordar al último disco de SKUNK
D.F., “El Año Del Dragón”, pero LITIO, con esta primera toma de contacto, nos
demuestra que un sonido propio ya se refleja en algunas pistas, y que en un
futuro, dichos caracteres identificativos será una realidad. De hecho, aunque
su sonido se asemeje (que no se iguala, aclaremos) al de las bandas citadas
líneas más arriba, los componentes de LITIO toman su inspiración en bandas
tan dispares como QUEEN, AC / DC, KORN, NINE INCH NAILS, A PERFECT CIRCLE,
FOO FIGHTER o JUDAS PRIEST por citar algunos ejemplos.

Muros de distorsión se van conjugando con melodías pegadizas en las guitarras,
cortes de ritmos, estribillos a cual de ellos más pegadizo, y la voz rasgada
y peculiar de Daniel Sánchez son los elementos comunes que hayamos en los once
temas que componen “No Hay Ángeles Para Todos”. Temas como “El Desorden” (con
unas líneas de bajo muy trabajadas, al igual que los punteados de guitarras),
o el propio tema título nos muestra a unos LITIO a favor de la progresión de
ritmos, a favor de culminar un primer trayecto  en un estribillo que destape
la verdadera esencia y magia de su sonido. Y hablando de estribillos, sin duda
uno de los puntos fuertes de esta banda junto al uso de la buena pluma a la
hora de confeccionar letras que queda reflejado en cada corte, destacan los
de “Sale El Sol”, de los mejores temas del listado, o la inicial “Dímelo Tú”;
fáciles de retener en unas primera escuchas, y donde LITIO ponen las cartas
boca arriba para mostrar por donde van sus derroteros. El pequeño problema
es la cierta linealidad que impera en todo este trabajo debut, ya que casi
siempre tiran de los mismos recursos: inicios lentos o directamente rompiendo
con riffs duros, y estrofas y estribillos donde las melodías, digamos sin tono
despectivo, comerciales, toman el protagonismo. Usan el mismo recurso, con
alguna que otra variación, una y otra vez, y el efecto sorpresa se pierde a
los pocos minutos.

Pero no por ello debemos subestimar el digno trabajo que LITIO han realizado
de cara a presentar su primer álbum. Aquí se palpa un esperanzador futuro,
y de buen seguro que serán acogidos por los seguidores del rock SOBERizado,
los seguidores del rock amplio en su aceptación, que no encuentran grupo al
que dedicar su atención.