Avenged Sevenfold: Nightmare

Veintiocho de Diciembre del pasado 2009: Jimmy ‘The Rev’ Sullivan moría debido a la mezcla de medicamentos con alcohol. Ahí empezaba la pesadilla de AVENGED SEVENFOLD, de la que aún seguro les cuesta despertar. Este tipo de noticias siempre son inesperadas, en un principio confusas, pero por desgracia llevamos unos meses donde las muertes en el mundo del rock azotan con fuerza. En este caso más, ya que The Rev no llegaba los treinta años de edad, y su grupo estaba en el punto más alto de fama y reconocimiento. Para el resto de la banda, esto es un nuevo comienzo sin su compañero, pero el show debe continuar.

Casi dos meses después, se confirmó el sustituto temporal para grabar las pistas de batería en estudio, y posteriormente, de cara a la gira durante el 2010 hasta encontrar un reemplazo oficial: Mike Pornoy. Como batería no hay duda de su calidad, y además era uno de los ídolos del fallecido The Rev, pero sin duda se echarán en falta sus voces acompañando a m. Shadows. Así, tras ese suceso fatídico, el disco se convirtió en algo distinto y más especial, en un tributo. Todo está lleno de homenajes y referencias al batería. Desde el ‘ForREVer’ de la lápida de la portada, hasta las fotos del interior del libreto… pasando por casi todos y cada uno de los temas, tocando de una u otra manera su pérdida. De hecho, ya se anticipaba solo con el single de adelanto que da título al disco…

Intentaré dejar por un momento lo innegable, que es la falta de su batería, para hablar del disco en sí. AVENGED SEVENFOLD cada vez se han ido sintiendo más cómodos con temas más largos de lo común, desde que empezaron a experimentar con ellos en ‘Walking the fallen’. Hasta ese momento para mí eran un grupo del montón, para desmarcarse con ‘City of Evil’, y sobresalir con su disco homónimo, y aquí lo confirman. El status que ocuparon se tenía que consolidar con ‘Nightmare’, y lo conseguirán. El tema título que abre el disco tiene todos los componentes que han hecho famoso al grupo: la inconfundible voz de Shadows, cambios de ritmo, cierto aire heavy, solos de guitarra, más de seis minutos… Han encontrado su estilo y la fórmula que más éxito les dan, y sin llegar a explotarla (podrían llegar a aburrir), la saben usar a la perfección.

Con ‘Welcome to the family’ se muestran rápidos, pero no agresivos. Y esa es una de las únicas cosas que hecho en falta en el disco… aunque supongo que la ira estaba contenida en esos momentos. Por ejemplo, sí está presente en ‘Natural Born Killer’, el tema más acelerado de todo el álbum, y ‘God hates us’, que a pesar de su engañoso principio, se convierte en una muestra de rabia en toda regla. Más típicas, pero no peores, son ‘Danger Line’ y ‘Buried Alive’, tema lento que se va endureciendo según avanza y en cuya parte final no he podido evitar recordar ‘Orion’ de METALLICA en cierto ritmo. A esto añadimos cantidad de temas emotivos, como ‘So Far Away’, donde frases como ‘how do i live without the ones i love’ o ‘I have so much to say but you are so far away’ llegan a poner los pelos de punta, al igual que ‘Victim, con su comienzo o ese ‘I’m missing you…’, o la semi-acústica ‘Tonight the world dies’, aunque en términos globales, esta sea de las que más desapercibida pase en el repaso final.

Pero el punto álgido del disco llega en ‘Fiction’, la última canción que compuso The Rev para el álbum tres días antes de dormir, con una melodía de piano hipnótica, y en donde podemos escucharle por última vez, convirtiéndose en uno de los pilares del disco. Tras él, solo queda ‘Save me’, el corte más largo de ‘Nightmare’, épico, rápido, crudo, pesado, melódico… completísimo, y rezando ‘tonight all we die young’… De nuevo, la carne de gallina.

Como siempre, tendrán su legión de detractores. Por un lado ls heavys más clásicos que pensarán ‘que hacen estos niñatos’, y por otro los modernos intolerantes que no les gusta el grupo desde que adoptaron raíces más clásicas. Pero por desgracia no se puede agradar a todo el mundo… Ahora queda la enorme duda de quién ocupará el puesto de batería tras la vuelta de Portnoy a DREAM THEATER de cara al 2011, que dicho sea de paso, su trabajo queda relegado a un segundo plano (las canciones ya estaban compuestas antes de su entrada). De momento ni siquiera hay nombres, y aunque lo que más importará al grupo será el vacío de su persona, siempre se echará en falta su particular manera de meter voces en el grupo en sus conciertos. Una triste pérdida que ha desembocado en un disco sentimental y doloroso, con más temas lentos de los que nos tienen acostumbrados; a buen seguro que querían demostrar sus emociones después de un hecho que marca tanto a un grupo, y lo han conseguido. Y aunque les cueste, a partir de ahora toca pasar página; sin olvidar, pero toca hacerlo.