Estirpe: Neurasia

Puede que suene a tópico, pero ESTIRPE es uno de esos grupos únicos, de los que no hay. De hecho, me atrevería a decir que es imposible que salga alguien como ellos, porque difícilmente son imitables. Ese es el mayor logro que han conseguido en sus más de diez años de carrera, el sonar a ellos mismos. Y ‘Neurasia’ es un paso más allá, todavía más personal que cualquiera de sus obras anteriores.

Puede que suene a tópico, pero ESTIRPE es uno de esos grupos únicos, de los que no hay. De hecho, me atrevería a decir que es imposible que salga alguien como ellos, porque difícilmente son imitables. Ese es el mayor logro que han conseguido en sus más de diez años de carrera, el sonar a ellos mismos. Y ‘Neurasia’ es un paso más allá, todavía más personal que cualquiera de sus obras anteriores. Incluso en la portada se desmarcan de estereotipos.

En los tiempos que corren, en los de consumir música a toda velocidad, llama la atención que hayan facturado un disco de tantas canciones (rozando la hora de duración, si bien el último corte encierra cierto engaño)… y que se pase volando. No sé cómo lo han hecho, pero no hay relleno. Y eso que los últimos tiempos de la banda de Córdoba han sido moviditos. Sólo quedan Loren y Manuel Ángel Mart, que esta vez estarán acompañados de Pepe Bao (O’FUNKILLO) y Alex Maister al bajo y batería respectivamente… en estudio. Pues el segundo abandonó la banda tras la grabación, ocupando su puesto Miguel Fuentes. Seguro que ese periodo de cambios, al igual que su experiencia latinoamericana ha tenido mucho peso a la hora de la composición del nuevo material.

La intro circense ‘R136a1’ nos da la bienvenida a un mundo de luz y de color, a un trabajo sobresaliente en lo musical que se ve incluso superado en la parte vocal y letrística por parte de Mart, que a buen seguro encontrará una conexión directa con el oyente en muchos cortes. Los arreglos de ‘En Tus Ojos’ es un ejemplo de lo que decía en el párrafo anterior, o el ritmo ultrabailable de ‘Contigo’, donde la línea de bajo lleva buena parte de la composición. Ese punto pegadizo se extiende a buena parte de las canciones, llevándose la palma ‘Magnético’ y ‘Por Suerte’. El caso es que la banda tiene una facilidad pasmosa para moverse entre todo tipo de estilos y variaciones sonoras. Si queremos canciones rápidas y cañeras tenemos algunos compases en ‘El Juego de los Tristes’, ‘No Somos 100’ o ‘Como Ayer’. Si queremos algo más lento, son una apuesta segura en medios tiempos como demuestran en ‘Es Por Ti’, ‘En Silencio’, una conmovedora ‘Infinito’ o ‘Ser Mejor’, guardándose para el final ‘Déjame’, un buen resumen de lo que es ‘Neurasia’.

Dejo el último párrafo para hacer mención a las letras de Mart. Si ya habían venido siendo buenas, en este trabajo se consagra como uno de los mejores letristas (no ya sólo vocalista, técnicamente hablando) del país. Tiene hueco para sentimientos (“verte sonreír es apagar el mundo y encontrar el sol en tus ojos”; “amo la piel que abandono cuando estoy a tu lado”; “no me pidas que me quede en silencio si ahora formas parte de mi sufrimiento, no me hagas que me guarde lo que siento, ni siquiera muestras arrepentimiento”), para atizar a la sociedad (política) actual (“ya pueden ver, no somos cien, y nos estamos preparando para hacerlo bien. Ya pueden ver, somos más cada vez, sin escudos ni galones llegan al poder”), puede que para hacer una vista retrospectiva a la banda (o eso se puede entender en algunas partes de ‘Como Ayer’), o mostrarse más personal que nunca (“nunca entendí que mi tiempo pasó y se hizo tarde”; “llegar hasta el límite sin mirar atrás”). Y así, cien ejemplos más. La actitud camaleónica que tiene ESTIRPE en su lado musical se amplía con unas letras tan poderosas como las suyas.