Satyricon: Nemesis Divina (20th Anniversary Edition)

Frost ha sido el encargado de realizar todo el trabajo de estudio, se agradece que haya respetado el aura y encima suene con más potencia. Pero como decía antes: ¿qué utilidad hay en todo esto? Poder recordar el gran disco de SATYRICON como si lo escuchásemos por primera vez pero: ¿qué hay de novedad en ello? ¿disfrutar y nada más? Eso es lo que creo, pero ojo: hacía tiempo que no repetía más de una vez este disco en mi reproductor.

¿Son útiles las rediciones? ¿Se suelen hacer por falta de ideas o simplemente se quiere honrar el legado que ha dado? Son muchas las preguntas que pueden surgir cuando nos encontramos ante la redición del gran disco de una banda. Se suele buscar una buena excusa para jugar con ello. La opción más recurrente: el aniversario de dicho trabajo.

El caso de SATYRICON es un ejemplo de muchos. La marca que dejó “Nemesis Divina” en nuestra retina es imborrable. Su importancia para la evolución del black metal lo enmarcan dentro de los discos más influyentes de la historia; grandes temas como “Mother North” o “The Dawn Of A New Age” lo certifican.

20 años han pasado y el respeto de la escena hacía él no mengua. Han lanzado una redición remasterizada y solo puedo decir que la utilidad que tiene es digna de ser puesta en duda. Hablando a nivel general puedo decir lo siguiente: se respeta todo lo posible el sonido de por aquel entonces, temas como “Mother North” suenan más agresivos que hace 20 años y se ha jugado con la duración de varios temas (ya sea eliminando elementos innecesarios como en “Immortality Passion”, o simplemente alargando matices para degustarlos más como con la homónima “Nemesis Divina”).

Si nos ponemos a mirar canción por canción: “The Dawn Of A New Age” sigue siendo un portazo bien dado pero de una forma más limpia y clara, “Forhekset” es ese paseo por el mismísimo infierno, aunque con mucha más seguridad que hace 20 años, mientras que “Mother North” sigue siendo LA CANCIÓN. “Du Som Hater Gud” sigue teniendo la apisonadora en marcha y “Immortality Passion” va más directa a su destino. Aguardando se encuentra “Nemesis Divina”, junto a su poder, para acabar con “Transcendental Requiem Of Slaves” de una forma paranoica.

Frost ha sido el encargado de realizar todo el trabajo de estudio, se agradece que haya respetado el aura y encima suene con más potencia. Pero como decía antes: ¿qué utilidad hay en todo esto? Poder recordar el gran disco de SATYRICON como si lo escuchásemos por primera vez pero: ¿qué hay de novedad en ello? ¿disfrutar y nada más? Eso es lo que creo, pero ojo: hacía tiempo que no repetía más de una vez este disco en mi reproductor.