Gotthard: Need To Believe

Si uno se para a pensar en una banda de hard rock grande, que no haya nacido antes de los 90, pocas, muy pocas vienen a la mente. Y es que parece que en la actualidad, si de grandes bandas hablamos, están las de siempre y GOTTHARD. Los suizos, que siempre han hecho buenos discos, parecían vivir en un oscuro ostracismo para la mayoría hasta que “Lipservice”, de forma más que justa, les puso en el mapa. Sólo Alemania y su Suiza natal parecía hacerles caso, y de la noche a la mañana “Lift U Up” y “Anytime Anywhere” eran coreadas por una gran mayoría en cualquier festival que se prestarán a tocar. Tras publicar su disco debut en 1992, por fin parecía que las cosas iban a cambiar. Y así ha sido. “Made in Switzerland” y “Domino Effect”, sólo hizo demostrar que su talento y su feeling en directo son dos de sus armas siempre en guardia. Ahora, con este “Need To Believe”, les toca conservar la corona y el cetro por derecho propio que se han ganado en el hard rock europeo en los últimos años. Y os puedo adelantar que lo han hecho.

No hay excesivas sorpresas (algún que otro tinte más metálico de la cuenta, o algún scratch por aquí o por allá), no hay complicaciones, sólo buenas canciones. Once, dicho de forma más exacta. Las mismas once que componen este “Need To Believe”.

El comienzo con “Shangri-La”, el primer single de este trabajo, sólo hace confirmar que GOTTHARD siguen en pleno estado de forma. Corte a medio tiempo que poco a poco desencadena en un puente y un estribillo mágico; todo ello envuelto en sonoridades arábigas pero sin más abusos de la cuenta. Continúan con “Unspoken Words”, otra total entrega por parte de la banda en dar lo mejor de sí en cada estrofa y línea melódica. Sirve de fiel acompañante unos leves ornamentos de teclados y unas imaginativas líneas de guitarras. Y si no hay ningún momento de despiste en todo este trabajo, a titulo personal diré que la propia “Need To Believe”, es el tema del disco. Lo tiene todo: partes melódicas delicadas, subidas y bajadas de intensidad, estribillo memorable, coros precisos y a tiempo, uno de los mejores solos de guitarras…Y precisamente es el tema menos “comercial” de este trabajo.

Con “Unconditional Faith” dejan impreso su faceta más BON JOVI (aunque ojalá los de New Jersey pudieran hacer temas como éstos hoy en día), y con “I Don"t Mind”, sale a la luz su vertiente más WHITESNAKE. Pero claro, ¿qué malo hay de ello?. Son temas pegadizos, con melodías que se mantienen en tu mente…y hay muy pocos grupos que logren hacerlo en todas las canciones de un nuevo trabajo y además, hacerlo con su propio toque personal.

La diferencia de este “Need To Relieve” con sus dos antecesores son las baladas. Mejor dicho, la cantidad de ellas. En esta ocasión no nos encontramos con la primera hasta “Don´t Let Me Know”, la séptima en orden de aparición tras una melódica “Break Away”, donde Steve Lee sigue demostrando ser una de las mejores voces del panorama hard rock de la actualidad. Con “Right From Wrong” siguen plasmando ese hard rock de tintes metálicos tan característico de ellos, que rompe en un estribillo cargado de fuerza. Aunque de inicio lento, pero con esa misma fuerza, es “I Know, You Know”, con uno de los mejores trabajos de guitarras de Leo Leoni y Freddy Scherer de todo el listado. Tema que a buen seguro tocarán en sus conciertos de presentación de este “Need To Believe”. Al igual que “Rebel Soul”, uno de los más enérgicos de todo el redondo, y con otra gran ración de juegos de riffs y melodías de guitarras a gran escala. Cierran con “Tears To Cry”, segunda y última balada de este trabajo con gran apoyo de teclados a modo sinfónico, y con un Lee en especial estado de gracia. Retoman fuerza en un estribillo que podría formar un medio tiempo por cuenta propia.

A “Need To Relieve” le pasa lo que a “Domino Effect”. Hay material de gran calidad, pero parece deslucirse si (involuntariamente) lo comparamos con “Lipservice”. Pero no os quepa duda que es un gran trabajo, y lo aparentemente fácil, hacer 11 canciones de gran calidad sin excesivas complicaciones, lo consiguen con creces. Porque GOTTHARD, además de talento, tienen un toque de magia especial e inigualable.