Tarja: My Winter Storm

Cuando una banda sufre una escisión como la que sufrió NIGHTWISH hace un par de años con el “despido” de Tarja Turunen como vocalista y frontwoman de la banda, habitualmente las cosas nunca vuelven a ser lo mismo. Ahí están todos los ejemplos habidos y por haber: Dickinson sin MAIDEN, Halford sin PRIEST, Belladonna sin ANTHRAX…en muy pocos casos el vocalista ha llegado a igualar el éxito de “la banda”, y tan solo algunos como ALICE COOPER, DAVID LEE ROTH o similares me vienen a la cabeza. Pero Tarja Turunen es una mujer inteligente y ha sabido encontrar la fórmula para arrastrar a todos los públicos. La vocalista de origen finés se ha marcado un disco en el cual tienen espacio las sonoridades gótico-melancólicas, el metal de su banda anterior, la profundidad que emana de su formación musical clásica e incluso retazos poperos que hacen que las miras del fan habitual se tengan que abrir hasta limites insospechados.

Producido por un paciente Daniel Presley, “My Winter Storm” es un complicado puzzle de sonoridades y composiciones que ha tardado en gestarse. De entrada, y sólo echando una rápida ojeada al libreto del disco, las grabaciones se han llevado a cabo en el mayor número de estudios que he visto en mi vida: Irlanda, España, Estados Unidos, Finlandia, República Checa, Brasil, Suiza y Alemania. La señorita Turunen se ha quedado descansada, aunque los ejecutivos de Universal Music deben estar aun temblando al contemplar la millonada que debe haber costado realizar el disco. Y es que “My Winter Storm” no es un disco cualquiera: es la demostración de que para Tarja hay vida tras NIGHTWISH. Y conociendo como las gasta el marido y manager de la vocalista, no hay que esforzarse mucho para darse cuenta de que no se ha reparado en gastos ni esfuerzos para conseguir que la operística vocalista salga inmaculada de su primera aventura de larga duración en solitario para un público generalista.

El disco cuenta con la inestimable ayuda de una banda algo mainstream pero totalmente efectiva para la propuesta planteada. Earl Harvin, habitual de las filas del vocalista SEAL, es el batería en el disco, mientras que Doug Wimbish de LIVING COLOUR es el bajista. La sección rítmica, por tanto, echa humo en la mayoría de canciones del disco –o mejor dicho, aquellas que incluyen mayor presencia de instrumentación rockera. La banda la completa el guitarrista Alex Scholpp y el teclista Torsten Stenzel, sobre el cual ha recaído una enorme responsabilidad a la hora de realizar todas las programaciones necesarias para el disco.

Estéticamente, “My Winter Storm” es un disco extremamente cuidado. El estilista de Turunen debe haber sudado la gota gorda también, creando un concepto novedoso, el de la “reina del hielo”, que a buen seguro se hará con un sitio en los corazones de mucho fan emo-gothic de NIGHTWISH. Y ciertamente, la estética viene que ni pintada, aunque confirma lo que ya todos sabemos: que Turunen es una creación de Adobe Photoshop y que realmente no existe, es un holograma. Bromas aparte, Turunen ha desarrollado una série de conceptos visuales a lo largo del libreto del disco, done aparece caracterizada como muñeca, fénix y una especie de fantasma de la opera al que se refiere como “the dead boy”. Todo muy original y logrado, ciertamente.

Entrando a discernir sobre las canciones del disco, cabe decir que se trata de un affaire extenso, con más de hora y cuarto de duración, algo casi extraño en éstos tiempos. No obstante, Turunen ha contado con la ayuda de varios compositores externos que han embellecido sus ideas o han aportado algunas nuevas que la vocalista ha moldeado para acercar a su personalidad musical.

El primer tema, “I Walk Alone”, es una canción de progresión lenta pero segura, algo atípico para comenzar un disco. Es titubeante, pero pisa con fuerza en el estribillo. Posee un tono algo tétrico, especialmente debido a los delicados teclados que lo acompañan y la suave voz de Tarja. Por mucho que Turunen hable de que el tema no se refiere a su nueva andadura sin NIGHTWISH es bastante obvio que la letra tiene veladas referencias a dicho asunto. No obstante, Turunen se quita el asunto de encima rapidamente y se lanza a por “Lost Northern Star” un tema más propio de su exbanda, con orquestaciones, punteos secos y afilados y una base rítmica muy solida.

El disco sigue adelante con “The Reign”, un tema que evoca a cualquier gran banda sonora que se precie. Es dramático y grandilocuente, con cuidadas orquestaciones y una Tarja que toma el asiento trasero para dejar que el resto de instrumentos fluyan correctamente. Decidida a no dejar en paz al fan inseguro, continua el disco con otro tema de raíces heavies y Holopainiano como es “My Little Phoenix”, cargado de cambios de ritmo y efectismo orquestal. Pero una de las joyas de la corona es, sin duda, “Die Alive”, Se trata de un tema en onda Sentenced – Nightwish que, con la voz tan personal de Tarja, se erige como uno de los mejores del disco.

Los momentos más “clásicos” son, sin duda, “Boy And The Ghost” y “Sing For Me”, aunque la segunda posee un aocmpañamiento metálico que termina de embellecerla. Llegando a la vertiente más ecléctica de Tarja nos encontramos con “Oasis”, una canción que tan pronto podría formar parte de un disco de ENYA como salir de uno de esos momentos depresivos que tanto se suelen dar en los discos de EVANESCENCE. En la variedad está el gusto, y Turunen rubrica dicha afirmación versionando la tan cacareada “Poison” de ALICE COOPER. Pese a que ha respetado el original en la medida de lo posible, es lógico que haya habido unos cuantos cambios sobre la estructura original de la canción, especialmente en la baja afinación de las guitarras y las polifonías que Turunen produce en el estribillo. Cooper probablemente nunca se habría imaginado este “toque” en una de sus canciones. Pero probablemente tampoco se esperaba que terminara convertido en tema dance hace unos pocos años…

La segunda parte del disco contiene otros ejercicios de corte clásico como “Our Great Divide” o la dramática “Damned And Divine”. “Ciaran’s Well” es otra revisión del metal cinemático de NIGHTWISH con unos riffs propios de PANTERA a ratos. Y es que la vocalista no mentía cuando hablaba sobre la utilización de elementos metálicos en su material en solitario…

Otra de las joyas sinfónicas del disco es “Minor Heaven”, un ejercicio de melodia y saber hacer vocal que está a la altura de cualquiera de las mejores canciones del disco. Incluso más inspirada es “Calling Grace”, una pieza acústica con omnipresencia de la voz de Tarja y unas melodías que, por originales, conquistan. Junto a “Damned Vampire Gothic Divine” los temas sirven para cerrar un disco que es extenso, laborioso y sobretodo consistente.

La única pregunta que surge después de escuchar todo esto es si la vocalista no ha quemado demasiados cartuchos en éste primer disco desde su salida de Nightwish. Probablemente aun le quedan varios ases bajo la manga, pero uno no puede sino pensar cuál será el próximo movimiento y como piensa hacer algo “mayor” que “My Winter Storm”. Probablemente, cuando encontremos la respuesta, Turunen ya esté haciendo una gira de festivales junto a unos reunificados NIGHTWISH. Y sino, al tiempo.