Santiano: Mit Den Gezeiten

Podemos hablar claramente: Santiano son fueron una auténtica revolución en Centroeuropa el pasado año con su impresionante “Bis Ans Ende Der Welt”. Parece casi imposible que unos tipos de más de 40 consigan ser número 1 en Alemania con un folk para todos los públicos y que encima arrasen Wacken a base de dos conciertos diarios. Fueron una auténtica sensación en el festival dejando prendado a todo el mundo con sus raíces irlandesas y su buenrollismo a base de acústicas, flauta y violín. Sus cinco voces le dan una fuerza al grupo impresionante. Sin embargo conseguir algo tan redondo y perfecto como su ópera prima iba a ser imposible… Y evidentemente ha sucedido. Incluso hasta el punto de que su música está totalmente alejada de Wacken. Difícilmente esta gente va a poder repetir allí con estas canciones.

Si las tonadas piratas, cortes marineros y el folk irlandés histórico poblaba su primer disco, aquí las cosas van por otros derroteros. Si que hay una calidad innegable, pero no continua la perfecta inspiración inicial. Las cosas funcionan bastante bien con “Gott Muss Ein Seeman Sein”. Aroma de puerto y un gran estribillo repuntado por flauta y violín. Incluso con solo con eléctrica. Incluso hay cierta continuidad con la obra anterior… pero el clásico “Johnny I Hardly Knew Ya (Drums and Guns)” ha quedado bastante discreto. Y eso que prometía ser uno de los grandes momentos. “Salz Auf Unserer Haut” juega con las diferentes voces de sus cinco componentes, pero queda como uno de los cortes más discretos. La fiesta se anima en la animosa “Seeman”, corte folkie de taberna con preciosos momentos instrumentales. Muy grande Hans-Timm a las voces y con Pete Sage tocando los mil-y-un instrumentos. “Wer Sind Uns Treus” es una especie de Blackmores Night a voces masculinas. Afortunadamente temas como “Have a Drink on Me” ayudan a recuperar el espíritu de su primer disco. Gran himno etílico con banjo, rápido y que invita a tomar una pinta tras otra.

“Sieben Jahre” posee todos los posos de folk centroeuropeo de raíces húngaras; otra de las más divertidas y resultonas. Pero en “Gestrandet” volvemos a las baladas que recuerdan a la señorita Candince Night, y más con esa voz angelical de la invitada femenina. Definitivamente los cortes lentos cortan bastante el rollo. Vuelve la alegría en “Rolling Home”, otro tema coral típico de la banda, con estribillo cantado por todo el grupo, muy melódico y pegadizo. Pero si me tengo que quedar con un tema, este sería el que abre, seguido por la divertidísima y festiva “Great Song of Indifference”. Bajo este nombre a lo Skyclad hay un festival de acordeón, flauta y violín de lo más bailable. Justamente lo que hay que esperar de esta gran banda. “Hoch Im Norden” pone la despedida de un modo evocador y pausado. Representa un poco lo que es todo este disco. Suena todo más maduro y trabajado, pero falto del espíritu salvaje y festivo-tabernario que sí ondeaba en su anterior obra

El efecto sorpresa se ha desvanecido. Esta vez cumplen con un digno disco continuador, pero menos inspirado y con temas más lentos. Las versiones son menos y los temas propios más irregulares. También van directos al gran público y eso hace que quienes en su día les conectamos con la fiesta folk y capaces de asombrar a todo un Wacken, ahora dudemos de que encajen allí. De todos modos pocas bandas de folk actual están a su nivel. Producción exquisita, una gran combinación de instrumentos, voces doradas y mantienen elegancia y mucha clase a la hora de componer. Superar la obra maestra anterior era imposible…