Casablanca: Miskatonic Graffitti

Cuando pensabas que tenían una fórmula y que se iban a mantener en ella, ofrecen una vuelta de tuerca sustancial como esta. Se supone que habrá dos discos más dentro de la saga, lo que nos sirve para pensar que se acercan tiempos interesantes para la música de la banda escandinava.

No es muy habitual que una banda del estilo de Casablanca se saque de la manga un disco conceptual en tres partes. Esto es lo que los suecos nos presentan con su nueva obra. Un trabajo que comienza, ni más ni menos, que con una canción de 10 minutos totalmente épica que nos da una idea de por dónde van los tiros. Hard rock de características habituales dentro de un contexto de características poco habituales. A fin de cuentas ¿cuantas bandas de hard rock clásico se han atrevido con obras conceptuales? Se me ocurren los «Welcome to my Nightmare» de Alice Cooper, “Magica” de Dio y la saga “Avantasia” de Tobias Sammet pero poco más. Así pues, en «Miskatonic Graffitti» no podemos esperar el habitual compendio de estribillos y singles perfectos de trabajos anteriores. Los temas tienen distintas progresiones y, en algunas ocasiones, parece que no terminan de explotar del todo, lo que añade tensión al desarrollo del disco. Sucede en el primer avance, titulado “My Shadow Out of Time” y sucede en “She Was The One”, por ejemplo. En “RE: Old Money” la banda es más concisa y cercana a su planteamiento de siempre, igual que sucede en la acelerada “Name Rank Serial Killer”. Pero en general, el disco debe ser escuchado con un oído distinto a “Riding a Black Swan”. Es la misma banda y el mismo estilo pero no el mismo enfoque.

El trabajo de guitarras recae en esta ocasión totalmente en Erik Almström y Erik Stenemo, aunque Ryan Roxie sigue siendo una especie de miembro honorífico de la banda pese a ya no estar al frente de la misma. El vocalista Anders Ljung hace gala de un registro limitado pero válido para los temas y tesituras en las que se mueve la música de Casablanca. Se le nota más versátil dada la naturaleza de las canciones, pero está claro que Anders no es un Erik Grönwall y que su voz no va mucho más allá del rango medio al que estamos acostumbrados a escucharle.
Es significativo que en “Riding a Black Swan” casi ningún tema pasaba de cuatro minutos. En “Miskatonic Graffitti” la excepción es que lleguen a bajar de los cuatro minutos. Pero eso da espacio a que la banda se explaye un poco más en lo instrumental, con sorpresas como el solo de “This is Tomorrow”, con duelo de guitarras y teclado incluido – al más puro estilo Deep Purple.

Un trabajo curioso para una banda como Casablanca. Cuando pensabas que tenían una fórmula y que se iban a mantener en ella, ofrecen una vuelta de tuerca sustancial como esta. Se supone que habrá dos discos más dentro de la saga, lo que nos sirve para pensar que se acercan tiempos interesantes para la música de la banda escandinava.