BabyMetal: Metal Resistance

Babymetal siguen siendo un grupo fresco y diferente pero con este “Metal Resistance” se quedan a medio camino respecto a su ópera prima. Un poco lo que le pasó a Lordi (salvando las distancias): en su segunda obra no terminan de alcanzar lo que fue la primera entrega. Van a seguir creciendo y van a seguir necesitando tanto a su base de fieles como a la de haters que les pongan en boca de todo el mundo

Soy de los defensores de la propuesta y de que se anime un poco el cotarro metalero, pero está claro que un segundo disco es algo realmente difícil para un grupo-montaje de esta envergadura. Puede que ya las ames o las odies, pero sino, que sepas que se trata de una aplastante banda de metal nipón mezclada con J-pop y con tres niñas al frente cantando. Su directo visualmente es diferente a todo aunque sería uno más dentro de la escena nipona. Su crecimiento ha sido exponencial, llenan recintos de más de mil personas y han sido portada en revistas metálicas de todo el mundo. El efecto sorpresa ha desaparecido en relación a su primera obra y en “Metal Resistance” hay un poco más de lo ya ofrecido más un ligero acercamiento a los primeros Drgaonforce.

“Road of Resistance” va a velocidad absurda y termina cayendo en lo que hacían Dragonforce, si bien la calidad técnica de la banda es rotunda. Solos vertiginosos, efectos y estribillos powermetaleros. Vuelven al cauce original con “Karate”, más en onda de su primer disco, pero definitivamente como single no llega al nivel de “Gimme Chocolate”. En esa onda precisamente va “Awadama Fever”, con esa percusión sucia sampleada, haciéndola atractiva y coronada por un estribillo hipermelódico. “YABA!” aporta buenorollismo con elementos reaggae mezclados con techno modernillo. Si algo les ha caracterizado siempre han sido los volantazos estilísticos, y si no te gusta… aquí hay dos tazas. Sorprenden en “Amore” aunque tenemos de vuelta las estructuras Dragonforce aunque hay detalles técnicos impresionantes en bajo y batería y unos solos speedicos y melódicos para quitarse el sombrero. En “Meta Taro” juegan con un tema hímnico de aire marcial, pegadiza como pocas. Puede funcionar de maravilla en los conciertos y dar muchísimo juego a la coreografía.

“From Dusk Till Dawn” es un festival de samplers atmosféricos que poco aportan más allá de ser algo novedoso en el sonido de Babymetal. En “GJ!” vuelven a los terrenos que les suponemos y esperamos. Melodías pop respaldadas por la contundencia de las tres guitarras y las dos baterías. “No Rain, No Rainbow” es lo más parecido a una power ballad que hayan hecho hasta la fecha. Buena línea vocal apoyada en piano y embellecida con un cuarteto de cuerda. No llega a emocionar pero está realmente bien. Rizando el rizo nos encontramos con un tema de metal progresivo (¡lo que faltaba!): “Tales of the Destinies”. Combinando guturalidades, voces limpias, estructuras Dream Theater y estribillos J-Pop a velocidad Dragonforce. Incluso hay el charlestón típico de la banda de James LaBrie… “The One” cierra el disco siendo el primer corte enteramente en inglés. Tonada repetitiva con piano protagonista pero poco más.

Babymetal siguen siendo un grupo fresco y diferente pero con este “Metal Resistance” se quedan a medio camino respecto a su ópera prima. Un poco lo que le pasó a Lordi (salvando las distancias), en su segunda obra no terminan de alcanzar lo que fue la primera entrega. Van a seguir creciendo y van a seguir necesitando tanto a su base de fieles como a la de haters que les pongan en boca de todo el mundo. Pero de largo nos quedamos con su primera entrega. Aquí siguen jugando con las influencias pero terminan dando a entender que el camino a seguir es Dragonforce de los primeros discos, y esto, aparte de ya visto, es bastante insufrible, tanto, que hasta Dragonforce se han alejado de ello. Segunda ración de marcianadas niponas a la metal… Si alabé su primera esta vez cumplen y poco más. Eso sí, si llegan a venir está claro que hay que verlas.