Metal Church: Damned If You Do

Metal Church son una banda imprescindible de explorar si eres fan del heavy metal ochentero. Desde su formación hasta el día de hoy nos han dado una extensa discografía y en este caso hablaremos sobre ‘Damned If You Do’, su nuevo trabajo de la mano de Nuclear Blast Records que está disponible a partir del 7 de diciembre de 2018.

La banda americana Metal Church cuenta con una extensa carrera a día de hoy, con grandes trabajos a sus espaldas y siendo una influencia desde sus inicios para muchas bandas de metal. Siendo un grupo que en su día estuvo en contacto con otras bandas de la Bay Area como Metallica, podemos etiquetar su sonido mayormente como heavy metal, aunque se le pueden asociar tintes de thrash metal ya que pertenecen a un momento y un entorno donde este subgénero estaba explotando, así como también tienen algunos toques de power metal.

Algunos de sus álbumes como los dos primeros ‘Metal Church’ (1984) y ‘The Dark’ (1986) son ya icónicos dentro de este género musical, y les han llevado a poder tocar con otras bandas de renombre como el Big Four del Thrash Metal (Metallica, Megadeth, Anthrax y Slayer), Testament, Overkill o King Diamond. Los dos discos anteriormente mencionados contaban con las voces de David Wayne, que posteriormente fue reemplazado por Mike Howe. Él fue quien posteriormente puso voz a ‘Blessing In Disguise’ (1989), ‘The Human Factor’ (1991), ‘Hanging In The Balance’ (1993), para regresar en 2014 a la banda tras su última reunión y ser el vocalista en los discos ‘XI’ (2016) y ahora ‘Damned If You Do’ (2018).

Tras parones e idas y venidas con las formaciones, el guitarrista y miembro fundador Kurdt Vanderhoof ha sabido tirar para delante con la banda y llegar a 2018 con unos Metal Church con las pilas bien cargadas. Tras su segundo parón en 2009 y su posterior reunión en 2012,  ya han grabado dos álbumes y dado cientos de conciertos. Completando la formación, tenemos junto a ellos a Rick Van Zandt a la guitarra, Steve Unger al bajo y Stet Howland a la batería. ¿Será esta la definitiva? Ya veremos. Por lo pronto, con este álbum queda demostrado que no han perdido las ganas ni la magia para crear música.

Innovar no es necesario para sacar un buen disco

‘Damned If You Do’ no se trata de innovar en lo musical, sino de ofrecer más (y mejor que en otras ocasiones) del heavy metal potente con tintes oscuros que siempre han traído Metal Church. Nos ofrecen alrededor de 45 minutos de música divididos en diez cortes y se trata de un trabajo consistente, con diferentes atmósferas a lo largo de los temas. Arranca con la homómina “Damned If You Do”, que es uno de los adelantos que el público pudo escuchar antes del lanzamiento del álbum junto con un videoclip subido a YouTube. El riff principal empieza pisando fuerte, pero realmente quien lidera no sólo este tema sino muchos otros es la voz de Mike Howe, que suena como una combinación entre Rob Halford, Udo y quizá Bobby ‘Blitz’. “The Black Things” comienza casualmente parecida a “Badlands”, un tema del disco ‘Blessing In Disguise’ de la primera época de Howe como vocalista y del cual veremos mucha influencia en muchos los temas de este nuevo álbum.

Las guitarras de Kurdt Vanderhoof y Rick Van Zandt, tanto las rítmicas como solistas, son excelentes. Tocando sin parar riffs con energía que se combinan perfectamente con el ritmo marcado por la batería y las líneas vocales pegadizas y llenas de garra que se te quedan en la cabeza. De hecho, “By The Numbers” es uno de esos temas que escuchas en bucle, que quizá en algún punto se haga repetitivo, pero definitivamente tiene gancho. “Revolution Underway” probablemente sea el mejor tema del disco o al menos uno de ellos, todo un viaje en el tiempo a los dorados años 80 al que no le falla nada compositivamente aunque sí es verdad que bajan un poquito el ritmo respecto a los temas anteriores, teniendo un aire más melancólico pero siendo disfrutable en todo momento.

Manteniendo vivo el espíritu ochentero

A continuación, se viene un pack de caña sin parar: “Guillotine”, “Rot Away” e “Into The Fold”, donde encontraremos riffs machacones con aires más thrashers, destacando una vez más lo bien que empastan las guitarras junto a la voz y cómo encarrilan el sonido. Si tocan alguno de estos temas en directo, seguro que el público no para de menear la melena a su ritmo (el que la tenga, claro). Pasado ya el ecuador del disco, queda más que confirmado que Metal Church siguen teniendo el mismo espíritu y son capaces de continuar en su línea a día de hoy. No es algo de lo que todas las bandas puedan presumir ya que muchas se quedaron por el camino o mismo deciden aventurarse por otros estilos, lo cual en ningún momento es malo, pero ver a una banda que ha tenido tantos problemas en su carrera y que aún así su música sigue ahí, es admirable.

Cambiamos un poquito de registro en cuanto suena “Monkey Finger”, un tema cuyo aire nos transporta más cerca del hard rock macarra y old school. Y rematamos ya con “Out Of Balance”, otra buena candidata a mejor canción del disco, y “The War Electric” cerrando el disco con un rollo más parecido a los primeros temas. Tras unas cuantas escuchas, nos hemos encontrado con un balance entre unos cuantos temas cortados por un patrón parecido, no queriendo decir con esto que sean iguales, y otros que destacan por salir un poco fuera de este molde. Algunos altibajos pero en general una constante línea de fuerza y actitud en cada tema.

En definitiva, es un álbum que no decepcionará a los fans del grupo y/o del género, donde se notan las ganas y la pasión con las que fue hecho pero que tampoco está concebido para revolucionar el heavy metal a estas alturas. Metal Church no es un grupo moderno ni mucho menos, pero desde luego no se han quedado atrás y han sabido trabajar y mantenerse a flote con lo que se les da bien hacer. Bien no, de muerte. Te quedarás con unos cuantos temas en la cabeza y ganas de verlos mientras te dejas el cuello haciendo headbanging, eso sí.