Ghost: Meliora

A día de hoy, pocas bandas de metal son capaces de generar la ingente cantidad de hype que manejan Ghost con la salida de cada uno de sus álbumes. Tienen algo especial, o mejor dicho: tienen muchas cosas especiales, que en conjunto los definen como una de las bandas estrella de los últimos diez años. En primer lugar, es obvio que su romance por el misterio es uno de los factores clave, dando muchísimo de qué hablar en cuanto a quiénes son realmente los Nameless Ghouls, esos músicos que han conseguido llegar tan alto en tan poco tiempo. Una de las teorías más extendidas es que son ex-miembros de bandas establecidas que, conociendo ya la industria, crearon este proyecto con una importante infraestructura y gran plan detrás. O quizá no. Quizá son sólo 5 músicos que saben moverse muy bien. Sabiendo lo extremadamente cautos que son con sus identidades es posible que nunca sepamos la verdad, pero lo que está claro es que su anonimato no es el único atractivo de esta excepcional banda.

Desde el excelso contraste entre su imaginería y lo melodioso de sus canciones hasta sus particulares tributos al cine clásico, pasando por unas agresivas e inteligentes técnicas de marketing (recordad la polémica de la hamburguesa) y una conceptualidad en sus obras que va mucho más allá de lo que a simple vista pudiera parecer, cada detalle en Ghost está pensado al milímetro. Si su debut Opus Eponymous se presentaba como un álbum relativamente clásico que retrataba al detalle el icónico castillo embrujado de su portada, Infestissumam tomaba una polémica (pero en mi opinión acertada) dirección acentuando los elementos pop reminiscentes a bandas como los Beatles o Abba, dándoles un aire de himnos de estadios que simplemente se hacía irresistible.

Como era de esperar, Meliora no es un disco inmovilista sino que supone eso mismo: una mejora, un giro de tuerca a su sonido. Continuando la excelente premisa de que sus portadas ilustran fielmente el contenido del álbum, nos encontramos ante un plástico ambientado en un futuro distópico, una sociedad ultra-intrusiva y esclavizante que simplemente arrolla con los individuos; por ello la mayoría de estas canciones suenan como una marcha apocalíptica… que pese a todo conserva esas inconfundibles melodías tan dulces como espeluznantes. La gran baza del álbum es la perfecta comunión entre estos dos aspectos que habían quedado desequilibrados, cada uno hacia un lado de la balanza, en sus dos discos anteriores: Meliora posee la potencia de Opus Eponymous y lo kitsch de Infestissumam, todo combinado bajo el nuevo enfoque que supone una producción mucho más gruesa y moderna.

Dicho esto, no es de extrañar que las ideas germinales de algunas de estas canciones fuesen escritas hace mucho tiempo, incluso algunas de ellas remontándose a sus primeras sesiones de composición, readaptadas ahora para ubicarlas en su contexto actual. Ejemplos de esto son «Mummy Dust», un tema de corte heavy con destellos ochenteros y teclados sacados directamente de una película de terror, o «He Is», la balada del disco (dedicada al difunto Selim Lemouchi de The Devil’s Blood) que cuenta con un estribillo brillante que podría haber sido firmado perfectamente por Neal Morse (si no fuese por lo irónico del contenido). En las canciones de creación 100% nueva destacamos el perfecto equilibrio entre temas compuesto alrededor de riffs y temas compuestos alrededor de líneas de voz: la vena avasallante brilla en «From the Pinnacle to the Pit», «Majesty» y «Absolution» (que cuenta con un increíble lead de teclado a medio tema que recuerda a los primeros Genesis), mientras que «Cirice» y «Deus in Absentia» traen algunas de las melodías más memorables que esta banda haya compuesto en su corta pero fructífera trayectoria. En definitiva, un álbum que supone un éxito fulgurate para una banda que parece no tener límite y que esperamos que siga creciendo y ofreciendo joyas como esta.

PD: Prestad atención a los interludios… puede que alguno anticipe el motivo de un tema del próximo disco.