Mad Max: 35

La carrera de los alemanes Mad Max alcanzó el año pasado los 35 años de duración. 35 años en los que la banda se ha convertido, junto a Bonfire, Zeno, Axel Rudi Pell y Casanova, en una de las más destacadas de la segunda línea del hard germano (siendo la primera línea algo dedicado exclusivamente a Scorpions, que la ocupan entera con sus hits atemporales).

Pese a que mantienen un seguimiento decente en su país natal, en el resto del mundo Mad Max siguen siendo unos prácticos desconocidos para el público actual, casi como un vestigio de una era pasada. Todo un error, porque en este nuevo disco titulado “35” (Mad Max) en alusión a lo evidente, el grupo da una lección importante de lo que es el arte de crear canciones con gancho, sentido de la musicalidad, la melodía y la composición.

Michael Voss mantiene la voss

Liderados por el siempre efectivo Michael Voss como vocalista, Mad Max vuelven al redil cinco años después de “Interceptor”, su anterior obra. Desde la intro de “The Hutch”, con sus preciosos dibujos de guitarra, el disco es un compendio de temas agradables al oído que van del heavy metal más veloz en “Snowdance”, a intentos de ser actuales en “DAMN” -con Michael Voss haciendo su particular intento de voces guturales, un serio contraste con su voz infantil habitual- o temas clásicos y atemporales como “Beat Of The Heart”, una canción con ínfulas de sucesor de “Night of Passion”, el hit que la banda grabó en 1987 y que les proporcionó sus cinco minutos de gloria en la época más propicia antes de desaparecer en el anonimato hasta 1999.

Producción y sonido plano

Se podría de decir que, para una banda ochentera con tanta sobreproducción como la que tenían en sus mejores tiempos, el sonido de Mad Max – 35 es demasiado plano, en comparación con las baterías repletas de reverb de mediados de los 80. No obstante, los riffs mantienen todo el peso específico de la época. Cuenta la leyenda que si te pones este disco, tu calva se vuelve a rellenar de pelo, este se carda automáticamente y se tiñe de rubio. Pruébenlo. Como mínimo, “35” te hace pasar un buen rato evocando una época pasada que bandas como Mad Max ayudan a mantener en el recuerdo. Pero no nos engañemos: el público para una banda como Mad Max en el año 2018 es altamente limitado. Suerte si vienen a España y les van a ver 100 personas. Eso sí, bonito detalle la versión de “Paris is Burning” de Dokken en directo para cerrar el disco. El sr. Voss podría aplicar para sustituir al sr. Dokken mientras este ve a un profesor de canto…