Nightfall: Lyssa: Rural Gods and Astonishing Punishments

Efectivamente, tal y como reza la hoja promocional
que nos adjuntan los señores de Black Lotus Records, NIGHTFALL fueron la primera
banda griega en obtener cierta reputación en el extranjero gracias a su debut
"Parade into Centuries", editado por el sello galo Holy Records en
1991. Posteriormente llegarían NECROMANTIA, ROTTING CHRIST o SEPTIC FLESH…
Pero eso ya es otra historia que ciertamente no viene mucho a cuento. (aunque
curiosamente, todas ellas también debutaron con diferentes sellos franceses,
lo que son las cosas).

Si al igual que yo, te desentendiste de NIGHTFALL
tras escuchar sus, no diré decepcionantes sino más bien arriesgados, "Lesbian
Show" y sobretodo "Diva Futura" (¿En qué estarían pensando?),
"Lyssa: Rural Gods and Astonishing Punishments" supone la excusa perfecta
para que te reencuentres de nuevo con estos griegos. No escuché su anterior
"I am Jesus", pero estoy convencido de que ya marcaba las pautas que
les llevarían a lo que han perpetrado en su nueva obra; Una vuelta sin compromisos
ni reparo alguno a su sonido más agresivo, brutal y extremo de hace una década,
aunque eso sí, mínimamente adaptado a las corrientes musicales actuales.

Con "Lyssa: Rural Gods and Astonishing Punishments",
NIGHTFALL se sitúan en un plano mucho más  cercano a su trallero "Macabre
Sunsets" que a su debut "Parade into Centuries", disco que les
colocó la etiqueta de Dark Metal por los siglos de los siglos aunque se fueran
distanciando de este estilo más y más en cada una de sus futuras referencias
discográficas. Como siempre han sabido hacer a las mil maravillas,  NIGHTFALL
son capaces de mutar de un estilo musical a otro con todo el acierto del mundo,
algo que ya dejaron claro en su siguiente trabajo antes de los años experimentales,
"Athenian Echoes". 

Actualmente, el sonido de NIGHTFALL posee mayo
cantidad de elementos propios del black o el death que del doom o el gothic
metal, aunque estos últimos, siguen teniendo su espacio reservado en las composiciones
de estos griegos dotando a su sonido de una variedad y mezcla de matices muy
interesante. Por momentos te sonará a black metal, otros tantos a death metal
lento cargado de atmósferas doom y sus ya clásicos elementos orientales e incluso,
verás algún que otro guiño hacia el death melódico y el gothic metal. Por si
no fuera poco, han sabido adaptarse al sello de los tiempos añadiendo ciertas
pinceladas propias del metal más moderno y vanguardista de gente como NEVERMORE,
GRIP INC. o los últimos KREATOR. Semejante mezcla de propuestas podría resultar
algo confusa pero NIGHTFALL salen bien parados y ni siquiera en los últimos
compases de "Lyssa: Rural Gods and Astonishing Punishments" parecen
aflojar el acelerador o decantarse por meter morralla de relleno. Tras todo
ello, ¿Saben que es lo mejor del asunto? Que los temas son pegadizos, muy pegadizos,
y eso no suele ser normal en discos con semejante cantidad de tralla a raudales,
por algo estos griegos llevan casi 15 años publicando discos, digo yo que algo
habrán aprendido.

La banda ha vuelto a los famosos Tico-Tico Studios
finlandeses tal y como ya hiciesen en "Lesbian Show" de hace unos
cuantos años, aunque eso sí, con mejores resultados que lógicamente apoyan el
nuevo sonido del grupo, mucho más agresivo y transgresor de lo que plasmaron
en el mencionado show lésbico de 1997.

A NECROMANTIA parece habérselos tragado la tierra.
SEPTIC FLESH pasaron a mejor vida hace un tiempo y ROTTING CHRIST navegan en
un terreno pantanoso donde hacen aguas por todos lados. Si ésta es la apuesta
de NIGHTFALL para los próximos discos, suyo será el trono del metal extremo
griego.