Poisonblack: Lust Stained Despair

En un ir y venir de paquetes, por fin cae en mis manos este nuevo álbum de POISONBLACK – o SENTENCED para los nostálgicos, porque a fin de cuentas no deja de ser eso -.  Pocas cosas se pueden comentar ya, que no hayan sido dichas u oídas. Sinceramente, cada día me reafirmo más en la idea de que Ville Laihiliala es un tipo raro, de carácter muy reservado y que tiene excentricidades de este tipo. Desmantelar una banda para seguir con otra, prescindiendo del cantante anterior y ocupando tú mismo ese rol practicando un estilo calcado a lo que has venido haciendo en tu banda primigenia…sinceramente no tiene nombre. Y no le veo la explicación, a no ser  que responda a puros motivos mercantiles. Y es que guardarse la baza de una futura vuelta de SENTENCED dentro de un par de años, sustentados por las ventas de un dvd muy apetitoso para el público de la formación, puede ser una buena manera de mantenerse en activo con la maquinaria a pleno rendimiento, pero diversificando los frentes y haciendo lo mismo de siempre.

En nuestra entrevista con el citado vocalista, el finlandés no se cansó de repetir que nada en especial, salvo lo que le apetece en cada momento, le mueve a la hora de hacer canciones. Pues le puedo responder ahora. No se si le moverá algo o no, pero el molde de hacer temas como churros lo tiene muy bien engrasado. Temas previsibles, en la línea de lo último de SENTENCED y sin el halo erótico-enigmático imprimido por Juha en su anterior “Escapexstacy” de 2003.

Precedido por el single “Rush”, editado sólo en Finlandia y el cual incluye una canción no disponible en el álbum, “Lust Stained Despair“ vio la luz a finales de verano y sirvió para que con tan solo un mes de antelación, la banda fuese incluida en el paquete que les trajo junto a LACUNA COIL  a España. Lógica combinación orientada hacia un público muy concreto.

En esta ocasión empelaría la denominación de rock’n’sad con la que se autoproclamaron los germanos LACRIMAS PROFUNDERE, para definir este nuevo material de POISIONBLACK. No es rock gótico como se suele entender por tal, no es metal gótico…es simplemente rock melancólico con tintes oscuros y con una facilidad de acceso encomiable. Eso sí, no esperen temas muy elaborados o de diversa índole, porque lo que tenemos entre manos son once cortes a cual más parejo.

Con la sombra de bandas del estilo de FOR MY PAIN pisándoles los talones, POISONBLACK ofrece aquello con lo que el público se contenta. Dos cortes rockeros dan comienzo a la traca. Y es que tanto “Nothing Else Remains” como “Hollow Be My Name” muestran la cara más cruda, si se puede decir así, de la formación. El primero de ellos ya destaca por los estribillos y las partes melódicas intercaladas, tónica que continuará a lo largo de todo este larga duración.

Uno de los temas sorpresa y que es posiblemente el que más llame la atención es “Darkest Lie”, con una base muy a lo último de PARADISE LOST, con esa mezcla de electrónica, sonidos de guitarra y atmósferas oscuras.  Eso sí, cualquier comparación se hace poco acertada en cuanto comienza a cantar Ville. El poder en la memoria de SENTENCED sigue pesando mucho.

Como single con mayúsculas encontramos “Rush”, tema 100% de directo y que ha encontrado un buen soporte en el videoclip destinado para este tema. Por lo demás, temas con duración de radio, directos y melódicos. “Raivotar” parece más propio del “The Funeral Album” que de este  “Lust Stained Despair“. Y así suma y sigue. Tampoco hay que hablar mal de la banda, porque creo que a estas alturas de la película todo el muerdo sabe lo que se puede esperar de ellos. Y lo que hacen, lo saben hacer a la perfección.