Tarja: Luna Park Ride

Puede que sature el mercado con discos innecesarios, que tenga entre ceja y ceja su carrera clásica, pero cada vez que canta emociona, y en directo enamora.

El ritmo de edición de discos por parte de la cantante finesa es de infarto. De hecho cuando leáis esta crítica ya habrá salido a la luz otra entrega más. No es nada bueno saturar el mercado, pero quién somos nosotros para dar consejos a la diva de divas… Esta vez toca directo en Buenos Aires, concretamente donde vive y donde es adorada como bien merece. Es un directo grabado en 2011, año en el que ya grabó otro Live, pero puede que este sea todavía más atractivo si cabe. La formación es realmente espectacular, otra cosa es que desde que saliera de Nightwish no haya terminado de componer temas con el gancho y la calidad de antaño. Como os podéis esperar no falla ni una nota y todo el disco es un perfecto ejemplo de demostración vocal a lo que hay que añadir la pegada de Mike Terrana y los detalles del cello de Max Lilja. Como cosa curiosa los micros de “ambiente” entre el público recogen piropos perfectamente audibles por parte de la concurrencia porteña.

Gran sonido y buen repertorio en el que destaca especialmente el material de Nightwish. No son las únicas versiones pues hay incluso una cover de “Signos” de los argentinos Soda Stereo en la que demuestra que su castellano estaba todavía algo verde en cuanto a pronunciación. Cualquiera que haya seguido a esta dama sabe que a día de hoy lo domina de maravilla. Muy grande con “Dark Star” del “What Lies Beneath” pero siguen siendo los temas de “My Winter Storm” los que más sobresalen, especialmente ese himno que es “I Walk Alone”. Sorprenden muy positivamente “Wishmaster” y “Stargazers” de Nightwish. Escucharlas con su voz original es siempre un placer. Lo irregular de su carrera es palpable en cortes como “Little Lies” o “My Little Phoenix”, cortes que están bien pero que deberían lucir más. Mucho protagonismo del teclista Christian Kretschmar. Diversión total en el mix que comprende “Where Were You Last Nigh” junto a “Heaven Is a Place on Earth” y “Livin on a Prayer”. Innegable que el público lo disfrutó si bien Tarja tira de repertorio muchas veces algo oscuro y pausado. Ejemplo de ello es la bellísima “Until My Last Breathe”.

Quizá el segundo disco sea algo más atractivo pues hay muchas más novedades que en el primero, muy similar al “Act I”. Son temas grabados a lo largo de los años, entre 2010 y 2015, muchos de ellos en festivales europeos. Los cuatro primeros en la República Checa contando con una orquesta filarmónica. Se alcanzan momentos de mucha belleza en “Crimson Deep” o “In for a Kill”. Luego le toca el turno al Summerbreeze alemán con la preciosa “I Feel Immortal” y una visitación a Nightwish con “The Siren”, con esas escalas arábigas y una voz masculina dando el contrapunto vocal. “Until My Last Breathe” representa lo mejor de “What Lies Beaneath” junto a ese trallazo que es “Anteroom of Death”, con los Van Canto al completo, que pudimos escuchar y presenciar en Wacken. Se completa el disco con un par de temas grabados en Rusia. Atención a la hímnica final “Victim of Ritual” y a los solos de la banda en “Never Enough”. Brillante…

El material de Tarja comparado con lo que grabó con Nightwish queda muy por debajo, pero cierto es también que hay calidad y que poco a poco me va convenciendo su propuesta más allá de esa legión de fans pro-diva que aplauden todo lo que hace. Quedó como la mala del cuento y es insufrible al combinar colores de vestidos con micros, pero es una cantante maravillosa y su actitud hacia los fans es tan cercana como admirable. Puede que sature el mercado con discos innecesarios, que tenga entre ceja y ceja su carrera clásica, pero cada vez que canta emociona, y en directo enamora. A ello súmale una banda excelente y el jugar en su (segunda) casa. Imagino que el DVD debe ser una maravilla. Puedes criticarle muchas cosas, pero también hay muchas a aplaudir.