Pretty Maids: Louder than Ever

Gran idea la de recuperar temas olvidados pues así les dan otra oportunidad de cara al directo. A ello hay que sumarle que las cuatro nuevas composiciones gestadas superan a la inmensa mayoría de temas de sus últimos tres discos. Completar otro álbum completo hubiera sido un craso error.

Vaya… iluso de mi. Escuché el disco pensando que todo el material era nuevo… y la verdad es que muchos temas me sonaban (pero sonaban muy bien). Mirándolo bien resulta que la mayoría de cortes son regrabaciones de los temas del periodo 90-2000. Los tres últimos discos del grupo son un paso adelante, una nueva orientación con la que han conseguido grandes singles pero que, a la larga, pecan de ser poco directos y distan de su etapa más heavy rock de los 80, la hard rock y la AOR. Seis lustros después toca recapitular y es una buena idea desempolvar y reclamar la calidad de unos álbums que pasaron algo desapercibidos, pero que continúan siendo joyas e incluso encierran temas que siguen siendo favoritos por muchos fans. Nunca me cansaré de reclamar el “Carpe Diem” como obra maestra, pero “Sream”, “Anyting Worth Doing Is Worth Overdoing” y “Wake Up the Real World” valen mucho la pena. Incluso el polémico y denostado “Planet Panic”.

El material nuevo está realmente logrado y cortes como “Deranged” beben de las dos anteriores décadas. Estribillo impoluto en un tema con mucha más fuerza que la actual y una de las mejores piezas que han parido en esta última década. Otra sumamente interesante es “Nuclear Boomerang”. Hay una entrada narrada y una progresión exquisita dominada por los teclados. Otra candidata a sonar en directo a partir de ya. Aporta mucho también la balada “Heart without a Home”. Siempre han sido maestros de las baladas y los medios tiempos, y esta está más que bien, pero tampoco pasará a la historia. “My Soul to Take” es la cuarta, y vuelve a demostrar que siguen poseyendo un excedente de temazos para dar y tomar. Gran medio tiempo a la altura de sus grandes entregas.

El lavado de cara de algunos temas tampoco es que sea muy diferente, pero sí que han hacho brillar gemas que en su día pasaron desapercibidas. Es el caso de su disco maldito “Planet Panic”. “Playing God” y “Virtual Brutallity” me siguen pareciendo composiciones geniales que en su día no fueron entendidas. El peso de los teclados modernos y esas guitarras excesivamente duras les valió muchas críticas realmente absurdas. “He Who Never Lived” es otro claro ejemplo de que ese disco, a pesar de que en su día fracasó, tenía momentos muy brillantes. Y es que venía después de “Carpe Diem”. De ese han incluido “Tortured Spirit”. Ese disco es inmenso, y este tema es un buen botón de muestra. Han incluido una maravillosa “Wake Up the Real World”, otro de sus temas mágicos. Hubiera optado quizá por otro tema que “Snakes in Eden”, pero esos teclados la hacen muy especial.

Gran idea la de recuperar temas olvidados pues así les dan otra oportunidad de cara al directo. Estoy seguro que de hecho esa es la principal intención. A ello hay que sumarle que las cuatro nuevas composiciones gestadas superan a la inmensa mayoría de temas de sus últimos tres discos. Completar otro disco completo hubiera sido un craso error. Pretty Maids son maestros de la melodía y una de las bandas que mejor han ido evolucionando. Son todo un ejemplo. Atkins y Hammer siempre tienen algo que ofrecer y hasta la fecha nunca han fallado. Si alguien tenía dudas todavía con el “Planet Panic” aquí hay tres temas, que fuera de su contexto, brillan más. Pero lo mejor de todo es que el material nuevo es exquisito, y mucho me temo que hay otro cambio de sonido hacia el sonido de los 90. Veremos…