En esta tercera entrega, consiguen mantener su estilo pero, a la vez, lo ven evolucionar hacia otros géneros. A lo largo de 'Icons of the New Days, vemos destacar melodías muy pegadizas, solos con una altísima calidad y evoluciones de escaleras arábigas, todo enmarcado en una producción muy contemporánea que equilibra bien la crudeza y la pulcritud. Es indudable que Lords of Black tiene unas influencias muy notorias en los sonidos más populares y clásicos del metal, pero los españoles son capaces de darle la vuelta a la fórmula y dotarla de complejidad.

Una de nuestras bandas más internacionales, Lords of Black, nos presenta su nuevo álbum tras su opera prima homónima (2014) y el originalmente titulado ‘II’ (2016). Para esta tercera entrega de power metal clásico con tintes modernos y progresivos, los de Madrid han optado por el título “Icons of the New Days”. ¿Un nombre profético? ¿Se establecerán como iconos de estos (nuevos) días? Desgranamos la respuesta en esta crítica de ‘Icons of the New Days’ (Lords of Black).

Una banda de alto voltaje

Ronnie Romero (voz) es, sin lugar a dudas, la chuche de la banda. Con su talento musical resultante de un perfecto equilibrio entre pulida técnica e irrefrenable pasión, no hay duda del motivo por el que el chileno captó la atención de Ritchie Blackmore hasta el punto de hacerle resucitar Rainbow.

Pero poco luciría su maestría vocal si no estuviera respaldado por tres otros músicos de altísimo nivel. Tony Hernando (guitarra) y Andrés Cobos “Andy C.” (batería), ambos ex-Saratoga, continúan aportando excelencia, empeño y sublimidad al conjunto, tanto en la composición como en la ejecución. La banda modificó su formación en 2017, añadiendo a Dani Criado al bajo en el lugar que antes ocuparon primero Víctor Durán y después Javier García. Siendo Lords Of Black – Icons of the New Days el primer disco en el que podemos escucharle, se debe decir que se nota que el ex-Skizoo y ex-Kaothic se encuentra como en casa en la banda.

Cierran los créditos del disco el productor de Roland Grapow, que, junto al mismo Tony, ha acertado al dotar el trabajo de un sonido muy limpio y moderno, especialmente en la batería. Este hecho hace que puedas disfrutar del disco sin dificultades ni pretensiones, apreciando la música por la música.

Composiciones excelentes, interpretadas espectacularmente

“World Gone Mad” abre el disco, desenvolviéndose con mucha energía tras un pasaje de matices introductorios, en el que los elementos que conforman la banda van apareciendo equilibradamente. Como pieza de apertura, mantiene bien la expectativa, pero también destaca el estribillo, melódico y con mucho gancho.

Precisamente, melodías muy pegadizas, especialmente ubicadas en los estribillos, serán una tónica de todo el álbum. Lords of Black son unos excelentes compositores, que saben muy bien qué quieren transmitir al oyente y cómo hacerlo. Lo vemos, por ejemplo, en temas como el que da título al trabajo, “Icons of the New Days”, donde las guitarras, más salvajes y ligeramente sincopadas, introducen una canción de riffs vivos y un gran potencial para triunfar en el directo.

Esta excelencia compositiva también resulta muy notoria en “When A Hero Takes A Fall”: las primera sílabas del estribillo entran sin el acompañamiento instrumental, que aparece después ligeramente retrasado, cosa que dota al momento de mucho más punch. Se nota intencionalidad y, sobretodo, mucha maestría a la hora de jugar con los tempos y velocidades (dentro del mismo estribillo, Ronnie arrastra el “Dreams” de una manera que es simplemente perfecta). Resulta en una pieza terriblemente épica y motivadora, un chute de energía para todo el día.

“Not In A Place Like This” da más protagonismo a los teclados, otorgando un tono entre cyber y arábigo a la composición. Se trata de una canción pesada, que invita al headbanging, con interesantes dinámicas rítmicas. Por contra, “Forevermore” es más lenta y pesada que sus predecesoras, pero no por ello baja en calidad: al contrario, se desenvuelve con una nueva capa de sensibilidad y elegancia, preludio de la melancólica historia que cuenta. En buena parte de la canción deja el protagonismo a las guitarras, tanto en su formato eléctrico como acústico, pero también destacan los matices que aporta la batería.

Llegando al ecuador del álbum, “The Way I’ll Remember” sorprende empezando con un piano clásico y letárgico, que acaba dando paso al resto de instrumentos y culminando en un solo de guitarra vigoroso y magistral. Tiene un aire tortuoso parecido a “Forevermore”, pero ésta se expresa con un poco más de agresividad y, la verdad, un poco menos de gancho.

La atmósfera más bien pesimista se sigue manteniendo en “Fallin’”, de forma muy acorde con el significado de la letra. La voz de Ronnie se nota angustiada pero resolutiva, y, sobretodo, muy precisa técnicamente. Se acuna por una instrumentación compleja, cercana al progresivo, que no tiene miedo en ser poco “constante” y aparecer y desaparecer según lo necesite la canción.

“King’s Reborn” empieza con el sintetizador, que deja paso a los acordes contundentes del riff principal y las armonías vocales de Ronnie: el chileno está espectacular en todo el disco, apostando por técnicas que le permiten “llenar» con mucho acierto el sonido. También destaca el cierre del tema, con una coda, una repetición, dando el broche ideal a un tema pesado y lujoso cargado de épica.

Un buen resumen del contenido global del trabajo es “Long Way To Go”, donde la banda vuelve a favorecer las escalas arábigas y el sonido moderno, europeo, crudo hasta cierto punto. La canción te da en la cara con un directo hardrockero cargado de garra. La influencia de Rainbow es innegable, y el tema evoluciona en su sencillez a través de cambios de tono y una estructura trabajada.

En relación a la maestría técnica de las interpretaciones, encontramos que “Icons Of The New Days” es un disco salpicado de solos, no especialmente largos, pero sí muy bien elaborados y ejecutados. Así ocurre en “The Edge Of Darkness”, donde también destaca un bridge con cierto aire progresivo, muy bien desarrollado con armonías que no dejan de transfigurarse.

Excelente broche de oro final

El final del disco se acerca con “Wait No Prayers For The Dying”, una canción rápida y agresiva que evoluciona de forma lógica a medida que se va creciendo en épica. Aunque si hablamos de temas épicos, el que se lleva la palma es sin lugar a dudas “All I Have Left”, que con sus más de 11 minutos de duración nos lleva por un viaje musical que acaricia todo tipo de sentimientos, escenarios y atmósferas. Es el broche de oro ideal para ‘Icons Of The New Days’: una forma excelente de demostrar toda la maestría, técnica y creatividad que se palpa a lo largo de todo el álbum.

En resumen, ‘Icons of the New Days‘ es un trabajo donde Lords of Black continúan avanzando sin dudas hacia el podio del género. En esta tercera entrega, consiguen mantener su estilo pero, a la vez, lo ven evolucionar hacia otros géneros. A lo largo de ‘Icons of the New Days, vemos destacar melodías muy pegadizas, solos con una altísima calidad y evoluciones de escaleras arábigas, todo enmarcado en una producción muy contemporánea que equilibra bien la crudeza y la pulcritud. Es indudable que Lords of Black tiene unas influencias muy notorias en los sonidos más populares y clásicos del metal, pero los españoles son capaces de darle la vuelta a la fórmula y dotarla de complejidad. Por todo eso, no creo que tengan ningún problema en convertirse un referente de nuestros días.

Grupo:Lords of Black

Discográfica:Frontiers Records

Puntuación:8

Canciones:

  1. World Gone Mad
  2. Icons Of The New Days
  3. Not In A Place Like This
  4. When A Hero Takes A Fall
  5. Forevermore
  6. The Way I'll Remember
  7. Fallin'
  8. King's Reborn
  9. Long Way To Go
  10. The Edge Of Darkness
  11. Wait No Prayers For The Dying
  12. All I Have Left

Año:2018-05-11

Votación de los lectores:5