Leize: ¡Lo que faltaba!

Los de Zarautz no engañan a nadie con este título: Lo que faltaba son esos temas difíciles de conseguir, caras B y todo lo que se había quedado en el cajón de sastre de esta banda euskaldún que en los 80 sorprendió asomando desde el underground. Siguen muy vivos y con ganas de volver a empuñar sus instrumentos para demostrar que su legado sigue siendo apetitivo y de calidad. Es también un disco ideal para adentrarse en su mundo y ponerse en situación, pues ya de inicio nos encontramos con las primeras grabaciones del combo. 10 cortes históricos que han rescatado de esas grabaciones en su etapa con la discográfica Tsunami.

El sonido es absolutamente maquetero, cierto, pero aquí está lo realmente bonito de ello, que nos ofrecen sus primeros pasos. No contaban ni con medios ni con un gran equipo, pero destilaban ilusión. Grandiosa es la vacilona “Sangre de Barrio”, un tema que les dio a conocer, muy de la etapa 80 y que nos muestra su amor por ese metal más de corte europeo a lo Accept o Helloween pero con temáticas urbanas y del día a día. La rápida “La rueda” muestra su cara más veloz y “Un día cualquiera” posee un estribillo pegadizo y la vida dura de esos tiempos. Hay también un bonito recuerdo a sus primerizos inicios con “Egun Batean”, pues no hay que olvidar que el grupo empezó cantando en euskera a pesar de que ya tenían muy claro que querían traspasar las lindes de Euskadi y llegar a Madrid.

“Dictadura sexual” muestra que ya en los 80 la banda estaba más que concienciada en la violencia conyugal y denunciaba el maltrato. Las guitarras 100% Accept asoman en la excelente “Acorralado”. Se nota la mejora de sonido en “Y otra vez”, más en medio tiempo y mostrando una gran madurez compositiva. Más musicalidad y madurez la encontramos en “El enlace” y en “Como extraños”, temas de 1990. Pero el auténtico regalo para los fans es la inclusión de tres temas nuevos. Gozan los tres de un sonido mucho más cuidado, y curiosamente se acercan más a Barricada, banda con la que siempre les habían comparado. Se alejan bastante de ese speed metal primerizo y reivindicativo pero mantienen un alto nivel tanto de composición como de ejecución. Posiblemente me quede con “Me levantaré”, la pieza más agresiva y metálica de las tres.

El disco es un excelente recorrido a los 28 años de existencia, pudiendo apreciar su evolución hasta día de hoy. A pesar de lo completo del libreto con una extensísima e interesantísima información, ese fondo gris en el booklet no les hace ningún favor y cuesta leer su bonita historia. Podemos también disfrutar de todos los bateristas que han pasado por el grupo y por todas sus etapas, claramente marcadas. Un pedazo de historia de la música más agresiva y auténtica hecha en estas tierras. Imprescindible para sus fans y para quienes les desconozcan. Definitivamente Leize merecen mucho más reconocimiento del que han llegado a conseguir.