Livin On a Dream

Desde que Robin Beck volvió a la escena hace un par de años con “Do you miss me?”, tras once años de silencio, el mundo del hard rock está de enhorabuena. Robin Beck es, para los neófitos, como si Doro se comiera diez terrones de azucar o como si Bonnie Tyler repentinamente se implantara dos testículos gigantescos.  O sea, una combinación ganadora se mire por donde se mire. Aunque no es de recibo comparar a la señorita Beck con cualquier otra vocalista femenina puesto que cada una tiene una identidad lo suficientemente propia como para terminar siendo copias de alguien, si que es cierto que su voz recuerda a ambas feminas comentadas. Aunque más a la segunda que a la primera, todo sea dicho.

El disco de Robin Beck es un buen surtido de hard rock a la americana, o lo que es lo mismo, fraseos de guitarra muy melódicos, teclados de acompañamiento muy prominentes y unos estribillos absolutamente imposibles de evitar. Son trece temas y los trece son autenticos cañonazos. También hay que tener en cuenta que, en once años de parón discográfico, Beck debe haber tenido una cantidad de tiempo bastante considerable para componer temas estupendos. Habrá que ver si el tercer o cuarto disco aun mantienen el nivel, pero por ahora, con canciones como “Show Me The Way” o la alegre “Magic”, Robin mantiene la magia intacta.

En la banda colabora James Christian de HOUSE OF LORDS, quien se encarga del bajo y teclados. Evidentemente, que James Christian esté en medio de este disco no apesta precisamente y la producción de Tommy Denander es especialmente acertada. El disco está muy orientado hacia el mercado AOR, aunque sin caer en el error de azucararlo demasiado. Hay canciones como “I Can’t Walk The Line” que son cercanas a cualquier balada de la época americanizada de WHITESNAKE, para que nos hagamos una idea. De todos modos, Robin mantiene ese enfoque “classic rock” y Aor en sus canciones, aunque de vez en cuando se desmarca de ello con gemas de puro hard rock ochentero como “Love Me Like a Man” o la que abre el disco, “Livin’ On a Dream”.

De entre todas las decisiones acertadas que ha tomado Frontiers Records en los últimos cinco o seis años, esta es una de las mejores. Robin Beck es una vocalista con clase y voz, con estilo y con muy buenas dotes compositivas. Una madurita interesante, vamos.