Whitesnake: Live in 1984: Back to the Bone

En resumidas cuentas, un lanzamiento solo para fans ávidos de tener una representación de cada era de Whitesnake en sus colecciones. Para los demás, aquí no hay nada que ver, circulen.

Dentro de la excursión a los archivos que últimamente está haciendo David Coverdale junto a la gente del sello napolitano Frontiers Records, ahora nos ofrecen un nuevo directo grabado en la gira de “Slide it In” titulado “Back to he Bone”. El principal encanto es, lógicamente, que John Sykes está a la guitarra. Ya hemos comprobado como sonaban Whitesnake en su época de hair band con Steve Vai y Adrian Vandenberg (hace un par de años de editó el directo de Donington 1990, como ya sabéis) y como suenan en la actualidad (con los directos “Made in Britain” y “Made in Japan”), así que ahora es momento de recordar como sonaban en su época transicional de banda de blues de bar a banda de hard rock en technicolor. Lo que pasa es que, por mucho que queramos justificar el lanzamiento por su interés histórico, la cuestión es que Whitesnake han editado cuatro discos en directo en un par de años, lo que a todas luces es ordeñar demasiado la vaca. Claro está que Coverdale no puede girar tanto como quisiera debido al estado de su voz, pero el exceso de discos en directo tan solo hace que recordarnos a)lo bien que sonaba Coverdale en el pasado y b)lo mucho que retoca sus pistas vocales en los directos editados actuales.

El directo está extraído de la actuación que la banda realizó en el mítico Super Rock japonés de 1984, con una formación completada por Cozy Powell, Neil Murray y el mencionado Sykes. De entrada, el audio fluctua en pitch, por un problema de archivo o gestión de los originales a la hora de hacer el transfer. Posiblemente no habrá demasiado que hacer con ello, pero es especialmente sangrante en el solo de guitarra de Sykes – donde el colchón de teclados va y viene como si estuviese desafinado-. La energía es buena, con temas como “Guilty of Love” o “Gambler” en toda su gloria, mostrando lo que para muchos es el momento más dulce de la banda, que no el más exitoso comercialmente. Los coros en “Slow and Easy” son tan chabacanos que es obvio que nadie ha tocado ni pizca de las grabaciones originales, lo que aporta autenticidad al directo. Por otra parte, se incluye una grabación de archivo con el último concierto que la banda dio con Jon Lord a los teclados, en Suecia. Poco después llegaría la reunión con Deep Purple para “Perfect Strangers”. Este directo suena manifiestamente mejor – sin los problemas de pitch al menos- aunque es más corto que el de Japón. En resumidas cuentas, un lanzamiento solo para fans ávidos de tener una representación de cada era de Whitesnake en sus colecciones. Para los demás, aquí no hay nada que ver, circulen.