Alter Bridge: Live at Wembley

Quién iba a pensar que unos años después del debut de ALTER BRIDGE, ‘One Day Remains’, ALTER BRIDGE iba a estar en el status actual. Pues muy pocos, la verdad. Sigo recordando como si fuera ayer que en una visita a Sevilla hace ocho años un buen amigo me dijo “Varo, tienes que escuchar esto que te va a molar”, y vaya si lo hizo.

Muestra es su actuación en el Wembley Arena (para el estadio les queda aún un buen trecho, aunque el nombre vende y queda bien), grabada para este segundo CD/DVD en directo… con tan solo tres discos (uno de ellos incluso reeditado con material adicional). Es algo que muchos grupos (y discográficas) intentan exprimir al máximo, que a cada pasito hacia delante que dan, intentan sacarle provecho. Con grupos de grandes montajes audiovisuales siempre es de agradecer, porque te dan un aliciente más de ver algo completamente distinto; cuando el peso escénico no es tan grande, por mucho que el concierto lo valga, te aporta menos.

ALTER BRIDGE se encuentran en el segundo caso, por mucho que para sus fans cosas así sean de agradecer. Pero es que es un grupo que tampoco necesita llamar la atención con grandes efectos ni parafernalias, van a lo que van a través de las canciones y lo que transmiten en ella; eso no quita que los juegos de luces en toda la actuación den su juego, lásers incluidos y algún que otro fogonazo. Además, toca suplirlo con extras, en este caso en forma de documental ‘The Road To Wembley’. Aquí el toque de distinción lo presentan los temas de ‘AB III’, que si bien no es un disco malo (ni mucho menos), sí creo que no está a la misma altura de los dos primeros. Siempre me sorprendió la dureza con la que fue tratado ‘One Day Remains’, vendiéndolo como un refrito de algo ya hecho, cuando hoy en día raro es el grupo que inventa algo; después, con ‘Blackbird’ y el reconocimiento por parte de grandes artistas a la voz de Myles Kennedy, no quedó otra que subirse al carro. Un detalle: su gira con Slash ha hecho que gane tablas sin la guitarra, y eso se nota a la hora de cantar algunos de los temas antiguos aquí; pero aún con todo, se defiende mejor con su instrumento al hombro.

Decía antes que ‘AB III’ me supuso un ligero bajón con respecto al material anterior, pero aquí no se puede echar en cara su elección de temas. Si de algo adolecía era del tempo de muchas de sus canciones, haciéndose algo lineal; el hecho de intercalar con temas más cañeros de ‘Blackbird’ y ‘One Day Remains’ borra por completo esa sensación. El inicio es espectacular, porque ‘Slip to the Void’ tiene todos los elementos que debería tener un tema de apertura, oscuro y pesado de primeras (además, casi a oscuras) y con subidón posterior. Se enlaza de manera acertada con la que abría su debut, ‘Find The Real’ y posteriormente con la emotiva ‘Ghosts of Days Gone By’. Más alegre y pegadiza resulta ‘Before Tomorrow Comes’ (se nota además el buen rollo con el público y su movimiento de brazos) y rockera ‘Come to Life’, antes de llegar a ‘All Hope is Gone’, mucho mejor en directo que en estudio. Ya se sabe que sobre gustos no hay nada escrito, y cada uno tendrá sus preferencias, pero el equilibrio entre sus tres discos es de destacar; quizá algo menos del primero, pero la representación con la ya citada ‘Find The Real ‘, ‘Metalingus’ (con la recurrente intro alargada presentando al grupo y fuego en sus partes más duras), las más sentidas ‘Open Your Eyes’ y ‘Broken Wings’ y la que lo daba título, con la habitual aparición de su guitarra de sonido, llega a ser suficiente.

Sabedores del potencial de sus composiciones, la importancia del concierto se la da su segunda obra, con sus ocho primeras canciones además de una potente y metálica ‘White Knuckles’ para nutrir a este DVD. El tema título es de los que pone los pelos de punta, previa dedicatoria a su amigo Mark Morse, fallecido, y que fue el que le vendió su primera guitarra. ‘Ties That Bind’ es otra muestra de esas cañeras con subida constante, y encuentra contrapunto en ‘Watch Over You’ (increíble el momento en que se deja al público cantar). Versiones acústicas de esta y ‘Wonderful Life’, ambas unidas y con Myles en solitario, donde los planos del público muestra el momento más emocionante de todo el concierto. En resumidas cuentas, muestran a la perfección la variedad de estilos que les ha caracterizado, y que les faltó en parte para el tercer álbum.

Algo que le resta dinámica a la actuación son esos interludios que se marcan para intentar subir la intensidad y comunicación con el público en ‘Metalingus’, ‘I Know it Hurts’(brutal la carrera de Kennedy para llegar a cantar el último estribillo en un lateral) o ‘White Knuckles’, o el duelo de solos de guitarra justo antes de poner el broche final con ‘Rise Today’ (en mi opinión esas cosas quedan mejor antes, no justo en el tramo final). Pero bueno, son pequeños detalles que no le llegan a restar atractivo al lanzamiento. Por decir algo negativo, por mucho que en un formato de audio no quepa lo mismo que en un DVD, y a pesar de ser un detalle el incluir un disco, el escuchar solo trece temas te deja a medias y con una extraña sensación.

Ahora toca un descanso de la banda, con Tremonti liado con su proyecto en solitario y Kennedy de nuevo con Slash, habiendo cantado el próximo álbum en su totalidad. Un merecido punto y seguido en su carrera para volver en unos meses con más fuerza. La penúltima vez que estuvieron por aquí, en La Riviera, no me dejó tan buenas sensaciones como en la presentación de ‘Blackbird’, y no fue al único que dejaron frío. Nada que ver con la comunicación palpable en este DVD en todo momento, mostrándose incluso cercanos; sirva como ejemplo Myles bajando al foso al finalizar el show para dar un setlist al público y chocar la mano de toda la primera fila. Sobresaliente. Y en breve tendrá su edición en 3D.