Cinderella: Live at the Mohegan Sun

No será su directo definitivo ni mucho menos, pero estamos en la antesala del nuevo disco en estudio de la formación original de Cinderella, esa bandaza capaz de facturar himnos inmortales. No está a la altura de un “Live at the Key Club”, cierto, pero es un gran toque de atención que nos dice que esta gente vuelven por sus fueros, pues ya ha llovido mucho desde “Still Climbing”.

A pesar de que el sonido no es precisamente ninguna maravilla y suena excesivamente sucio y macarra, debemos destacar algunas carencias vocales por parte de Tom Keifer, ya que el hombre viene arrastrando ciertos problemas vocales. Pero da igual, parece que su líder va en mejora, y eso no impide que disfrutemos de todas las joyas de su discografía.

Abren con la histórica “Night Songs” y la cosa va subiendo en intensidad. El público es partícipe y no se limitan a meter su rugido entre temas. Destacar los buenos coros del resto de la banda en el decaer de canciones como “Somebody Save Me”, “Gypsy Road” o en el excepcional final de “Still Climbing”.

Los momentos más melosos quedan representados por “Nobodys Fool”, la excelsa “Dont Know What You Got” o la preciosa “Heartbreak Station”. Destacar también el medio tiempo “Coming Home” con esas twin guitars, pero sobretodo la espectacular y rockandrollera “Shelter Me”, una auténtica maravilla con saxo incluido.

Disco crudo, directo y sincero. Parece que los retoques posteriores son ínfimos y que la banda, a pesar de los múltiples problemas hasta día de hoy, es capaz de demostrarnos que defienden su legado de maravilla. Disco ideal para entrar en su música y una lástima que no lo hayan acompañado de un DVD. Quedará como el disco en directo que marcó su retorno y una obra imprescindible para sus devotos seguidores.