El Sweden Rock ha llegado al nivel de magnitud y trascendencia de Wacken y Hellfest. De eso no hay duda. Posiblemente a nivel de hard rock es el mejor de todo el planeta. Es por eso que la mayoría de bandas que por allí desfilan piensen seriamente la posibilidad de grabar un directo en tan idílico marco y escaparate mundial. Los rejuntados Triumph, el trío canadiense más exitoso y poderoso de la historia (si exceptuamos Rush, claro…) asistieron el año XXXXXXX demostrando que la máquina sigue perfectamente engrasada y que su leyenda es enorme. Su hard rock no ha perdido vigencia alguna y el hecho de recalar en tan insigne festival hizo de ello uno de los mejores carteles de su historia.

Es un show sólido aunque sí, se hace algo corto. Las ganas de la gente se palpan en el ambiente y el grupo responde como se espera de él. Abren con la rugiente y afilada “When the Lights Go Down”, enormes coros, pero es en la segunda cuando cae el gordo: “Lay It on the Line”. Inmortal pieza que cuenta con una intro más dura y sin acústicas de inicio. De lagrimita… Otra que enamora es la rockera y potente “Rock and Roll Machine”. Uno de esos cortes infaltables con ese tramo instrumental que es una demostración de lo insultante que es el combo con sus instrumentos. Espectacular la guitarra de Rick Emmett. Incluye un fragmento del “Hall of the Mountain King” de Edvard Grieg y de “Hocus Pocus” de Focus. Otra de las clásicas imperecederas es “Allied Forces”. Con esa bellísima línea vocal y esa guitarra tan protagonista combinada con uno de sus estribillos definitivos.

Más lírica y pausada es la bella “Never Surrender”, pero igual de arrebatadora. A su final podemos oír las decenas de miles de asistentes, pero sí que es un disco en el que el público queda muy en segundo, o tercer plano. La vacilona “I Live for the Weekend” cuenta con una guitarra que se despacha a gusto para luego entrar en “Blinding Light Show”, con ese efecto de la lluvia de inicio. Protagonismo absoluto por parte de las seis cuerdas de Emmett que rompen la canción y el tempo en su segunda metálica parte. “Magic Power” sigue siendo tan brillante y cautivadora como siempre, otro pedazo de historia del buen hard rock y la final “Fight the Good Fight” es el broche perfecto a un gran concierto. Otro clásico entre los clásicos. Quizá quedó algo corto, pero es innegable que estos tres tipos mantuvieron el listón en todo lo alto.

Evidentemente este directo no está a la altura del mítico “Stages”, pero es una muestra inequívoca de que hoy en día, después de tanto tiempo, Triumph siguen siendo una banda espectacular. Sus temas son inmortales aunque reconozco que me duele mucho ver que todavía, hoy en día, hay mucha gente que les desconoce absolutamente. Son uno de esos grupos definitivos del hard rock, y todo aquél que se acerca queda cautivado por ellos. Si todavía no les conoces, este disco es un inmejorable producto para acercarte a ellos y entender la magia de su legado. Pocos retornos han sido tan rutilantes y tan esperados como el de Triumph. Este trío sigue enamorando. Lástima que del DVD que acompaña al directo… no tengamos nada de nada…

Jordi Zelig Tàrrega

Grupo:Triumph

Discográfica:Frontiers

Puntuación:8

Canciones:

  1. When the Lights Go Down
  2. Lay I ton the Line
  3. Allied Forces
  4. Never Surrender
  5. I Live for the Weekend
  6. Blinding Light Show
  7. Rocky Mountain Way
  8. Magic Power
  9. Rock N Roll Machine
  10. Fight the Good Fight

Año:2012