Iron Maiden: Live After Death

Pocos discos en directo han definido de una manera tan particular una época. “Live After Death”, el disco en directo por antonomasia de IRON MAIDEN, no es tan solo un testamento a su época de mayor crecimiento internacional sino que es un testamento a la grandeza del heavy metal en los años ’80 –crecimiento que sin duda poco tenemos que envidiar hoy en dia, a no ser por el factor de la inocencia existente en aquella época. Que una banda de metal como IRON MAIDEN se encaramara a primeras posiciones de las listas y llenara recintos a diestro y siniestro en todas las partes del mundo no era ninguna sorpresa en aquella época de florecimiento musical. Pero si que es una sorpresa ver desde la distancia la evolución de bandas como los británicos, que pasaron de sargentos del heavy metal, arrastrando hordas de soldados detrás de ellos, a capitanes generales con mando en plaza llevándose el más absoluto respeto de todos los cargos restantes y provocando que las rodillas tiemblen con solo pronunciar su nombre. Y IRON MAIDEN en 1985 aún no terminaban de creerse lo que les estaba pasando, apenas cinco años después de la edición de su primer disco de estudio. Pero tampoco eran precisamente los nuevos chicos en el cuartel.

“Live After Death” captura perfectamente ese momento en el que IRON MAIDEN dejaron de ser simplemente “una banda de heavy metal de los ‘80” y pasaron a ser una leyenda que definiría el género durante varias decadas que seguirían. Como todo buen disco en directo, “Live After Death” sirvió para cerrar una época – la de los MAIDEN más primigenios- y dar paso a otra: la de los MAIDEN sofisticados y experimentales que buscan algo más que sacudir cabezas. Para dar fe de ello, los discos que siguieron (“Somewhere In time” y “Seventh Son Of a Seventh Son”) fueron los más “raritos” que había grabado la banda hasta el momento, repletos de teclados, temas largos y progresivos, etc. Lejos quedaban ya los MAIDEN de “Flight Of The Icarus” o “22 Acacia Avenue”. Bienvenidos sean los sintetizadores y las producciones más cristalinas.

En ese sentido, uno de los momentos más divertidos del DVD “Live After Death” está grabado en Polonia, durante la visita que la banda realizó en el año 1984 para hacer su primera gira más allá del telón de acero. Tal y como nos muestra el documental “Behind the Iron Curtain”, la banda visitó un club de estudiantes en una noche de juerga por tierras del este, cuando la prostitución a bajo precio aún parecia no estar tan implantada como hoy en dia. En dicho club, un chaval con pinta algo endeble se acerca a Bruce y le suelta “a mi me gusta el heavy metal, pero quiero hacer heavy metal con sintetizadores”. A lo que Bruce le responde “no puedes hacer heavy metal utilizando sintetizadores”. Una de esas muchas veces en las que Bruce se ha tenido que tragar sus palabras con patatas!

Entrando en materia, la presentación del DVD es un poco menos espectacular de lo esperado, pero a la par con “The Early Days Part 1”. Es un DVD de caja simpe con un libreto bastante escueto y dos DVD’s. Ni digi-packs fantásticos ni nada por el estilo, pero es que también hay que tener en cuenta que el precio de venta es bastante asequible, así que no hay que esperar maravillas tridimensionales, que no se puede tener todo. El primer DVD incluye la actuación que la banda ofreció en la segunda de las cuatro noches en las que reinaron con todo su poder en el Long Beach Arena californiano. Se trata de las mismas imágenes que todos hemos visto ya en formato VHS, aunque ligeramente mejoradas en cuanto a color se refiere pero no tanto en lo referente a definición, algo que demuestra que por mucha tecnología que exista hoy en dia no se le pueden pedir peras al olmo. El material de base es el que hay y no parece que se hayan podido hacer demasiados milagros para mejorar lo que ya habiamos visto todos. Siempre podemos decir que queda más retro y esas cosas pero mentiría si no dijera que es una pequeña decepción no ver con calidad mejorada esta grabación.

El repertorio es simplemente despampanante. IRON MAIDEN inician el show con “Aces High”, como mandan los canones, con un Bruce Dickinson que las pasa canutas para emular los tonos alcanzados en el disco. No se recomienda intentar cantar esa canción en casa, bajo riesgo de derrame cerebral. La cosa sigue tal y como ha seguido siempre: “Two Minutes To Midnight”, “The Trooper”, “Revelations”, “Flight Of the Icarus”, la inmensa “Rime Of the Ancient Mariner”, “Powerslave” – con la aparición del Eddie momificado-, “The Number Of The Beast”, “Halloween Be Thy Name”, “Iron Maiden” – con el gigantesco torso momificado de Eddie presidiendo el escenario- “Run To The Hills” y para finalizar una extensa versión con colaboración del público de “Running Free” y la speedica “Sanctuary”, que cierra los contenidos del primer disco. Nada nuevo bajo el sol, excepto esos pequeños detalles de los que uno se da cuenta después de unos años sin ver el video, como los fallos de sincronización entre imagen y sonido –especialmente en lo que se refiere a los planos de Nicko McBrain- lo cual denota claramente que el audio y las imágenes no eran de la misma noche.

El segundo disco es más interesante desde la perspectiva del material inédito. Se incluye la segunda parte de la historia de IRON MAIDEN. Un documental de aproximadamente una hora de duración en el que la banda y sus colaboradores de toda la vida hablan de todo lo que rodeó la grabación de “Powerslave” y la subsiguiente gira con todo lujo de detalles. La banda se encarga de explicar multitud de anecdotas,entre ellas la del concierto en el que hacía tanto calor que Nicko McBrain decidió irse a bañar en una piscina cercana a la zona del escenario durante el break instrumental de “Rime Of The Ancient Mariner” y casi se pierde la continuación del tema. Todo ello explicado con la clásica gracia de McBrain, que es capaz de contarte el atentado del 11-S y hacer que te rías. Se incluyen muchas imágenes grabadas por la propia banda y su entorno en la época, incluyendo pruebas de sonido, combates de esgrima en el recinto antes de abrir puertas y sus paseos en bus por Estados Unidos. La banda, eso sí, aprovecha para describir la gira de “Powerslave” como una espécie de infierno inacabable que casi termina con todas sus energías.

En el disco también se incluye la actuación incompleta de la banda en el Rock In Rio de 1985, aunque no se encuentra la totalidad del show. De todos modos, los ocho temas que se incluyen (“Aces High”, “2 Minutes To Midnight”, “The Trooper”, “Revelations”, “Powerslave”, “Iron Maiden”, “Run To The Hills” y “Running Free”) dan una buena muestra del tamaño de aquella actuación. Lamentablemente, la banda no tocó en aquel show temas que no aparezcan ya en la grabación de Long Beach, por lo tanto tampoco habia oportunidad de ver como interpretaban “Losfer Words” u otras joyas por el estilo. Incluye el bien documentado golpe que recibe Dickinson por parte de su propia guitarra en “Revelations” y su interpretación de la segunda parte del tema con la cara ensangrentada. La imagen es algo mejor de lo que se ha podido ver en los piratas que circulan por Youtube, pero me queda la duda de porqué no se ha incluído el show completo cuando todo el material del mismo existe en calidad bastante decente…

Otro de los materiales videográficos conocidos de la época es el video documental “Behind The Iron Curtain”, que sirve de crónica de la primera visita de IRON MAIDEN a los países del este. Incluye imágenes muy curiosas de la banda siendo acosada por miles de fans, visitando clubs nocturnos, viajando en el autocar de gira o simplemente tocando versiones en una boda como el que no quiere la cosa. La duración es superior a la de la versión ya existente, incluyendose todo el material que quedó fuera del video editado en octubre de 1984.

Finalmente se incluyen los videos de “Aces High” y “Two Minutes to Midnight”, así como galerias de fotos, fechas de la gira y el programa televisivo “’Ello Texas”, donde la banda es entrevistada y se muestran imágenes de la gira “World Piece Tour” grabada en Texas, concretamente “Flight Of The Icarus” y “22 Acacia Avenue”.

Lo único malo de un DVD centrado en una época tan concreta como la del periodo 1984-1985 es que se repiten las canciones en muchas ocasiones. Podemos encontrar no menos de cuatro versiones distintas de “Two Minutes To Midnight”, entre Long Beach, Rio, Behind The Iron Curtain y el videoclip. Y creo que hasta el fanático más acérrimo de MAIDEN terminará hasta las narices del dichoso estribillo, especialmente habiendo tantos tesoros por destapar de esa época en formato gráfico, como las interpretaciones de “Die With Your Boots On”, “22 Acacia Avenue”, “Losfer Words”, “Children Of The Damned” o “The Phantom Of The Opera”, por mencionar solo cinco. Pero no se puede tener todo!

En definitiva, se trata de un añadido muy interesante para cualquier colección. El DVD de “Live After Death” había estado en circulación previamente en formato pirata gracias a cierta distribuidora brasileña. Una vez eliminadas correspondientemente las copias del mercado, IRON MAIDEN le han añadido los debidos extras y han hecho de ello un producto que sirve como catalizador de su gira más enorme de la última década. Casi nada. Y es que en el mundo siempre habrá tipos como Rod Smallwood, cuyo olfato es sencillamente extraterrestre. Y esperen ustedes: aun falta reeditar “Maiden England”, el video de Donington, y a saber cuantas cosas más… Tenemos IRON MAIDEN para rato!