Que una banda como SAINT VITUS saque nuevo disco (de retorno) en pleno 2012 quizá no sorprenderá a algunos, los recién llegados al Doom. Sin embargo, 5 o 6 años atrás, de haberse sabido que SAINT VITUS no solo iban a regresar con nuevo disco bajo el brazo sino que se convertirían en una de las bandas más solicitadas del panorama actual e incluso encabezarían festivales a lo largo y ancho del globo terráqueo, muchos se habrían llevan las manos a la cabeza a ritmo de carcajadas. Y es que el nombre de SAINT VITUS hasta hace no mucho, estaba soterrado 10 metros bajo tierra y no se acordaba de ellos ni el tato. Pero como todo es cíclico en esta vida (el Metal incluido), ahora toca reivindicar a los doomers californianos e imagino que este disco será uno de los que mayor revuelo causen en este 2012.

SAINT VITUS cerraron el chiringuito a mediados de los 90 con aquel buen “Die Healing”, y desde entonces no se supo de ellos hasta que se anunció la reunión de la banda con su vocalista original Wino hará cosa de 3 o 4 años. Desde entonces, los de Los Angeles han estado girando y girando (España incluida) hasta que la demanda por un nuevo disco ha sido tal que no les ha quedado más remedio que encerrarse en el estudio y dar vida a este “Lillie: F-65”.

Precedido por un EP 7” apodado “Blessed Night”, “Lillie: F-65” –que debe su nombre a una sustancia alucinógena ingerida a menudo por el grupo imaginamos en sus años mozos- suena exactamente como todo el mundo espera que suene un disco de SAINT VITUS, ya sea del 1986 o 2012, es decir, puro, clásico, inalterable y ajeno al paso del tiempo. De hecho, salvo quizá por la voz de Wino – no tan carrasposa como en el pasado-, todo aquí rezuma SAINT VITUS clásico por todos lados, desde la producción hasta las canciones en sí o los arreglos de las mismas. Dave Chandler, Wino y cía se las han apañado para que la fórmula del grupo siga intacta punto por punto y coma por coma. Cada uno de los 7 cortes de “Lillie: F-65” destila ese aroma añejo de los viejos discos de SAINT VITUS, con esa atmósfera pausada, casi agónica y por momentos alucinógena, causada por los lamentos de Wino, los acoples guitarreros constantes de Chandler o los ritmos hipnóticos del nuevo batería Henry Vasquez que sustituye al difunto Armando Acosta, fallecido el pasado 2010.

En su línea habitual, SAINT VITUS entregan 35 minutos de música, algo que servidor por lo menos agradece pues este tipo de sonoridades se aprecian mejor en cantidades dosificadas. Vamos, que 70 minutos de “Lillie: F-65” habrían noqueado al Doomero más pro del planeta, de eso no me cabe la menor duda.

A nivel de producción, “Lillie: F-65” muestra lo que todo el mundo espera de esta banda; sonidos orgánicos, baterías reales como la vida misma, la voz sin procesar de Wino en primer plano y como no, la guitarra de Dave Chandler con el pedal BigMuff a toda castaña y acoplando cosa mala. Ni más ni menos.

Solo el tiempo dirá qué puesto ocupa este nuevo trabajo de SAINT VITUS en su ranking de discos publicados. Servidor no se pronuncia, aunque no sería de extrañar que con el tiempo este LP se convierta en un clásico…

Javi Félez

Grupo:Saint Vitus

Discográfica:Season of Mist

Puntuación:8

Canciones:

  1. Let them fall
  2. the bleeding ground
  3. vertigo
  4. blessed night
  5. the waste of time
  6. dependance
  7. withdrawal

Año:2012