Butcher Babies: Lilith

Muchos las prejuzgarán por su físico. La verdad es que la imagen de las dos vocalistas puede causar impacto, pero no debemos quedarnos en la superficie. Si nos adentramos en la escucha de “Lilith”, nos daremos cuenta de que los californianos BUTCHER BABIES son un valor a tener en cuenta.

Banda peculiar donde las haya, BUTCHER BABIES regresan a la carga con “Lilith”, su tercer disco hasta la fecha. Las frontwomen siliconadas Heidi Shepherd y Carla Harvey, acompañadas por el guitarrista Henry Flury, el bajista Jason Klein y por el batería Chase Brickenden, se sacan de la chistera un pedazo de disco, con todo tipo de matices y mezcla de diferentes estilos dentro del metal. Influenciada, en parte, por el thrash metal, abre el disco “Burn the Straw Man”, un pelotazo que te pone en tu sitio de buenas a primeras.

Lo nuevo de BUTCHER BABIES es redondo, nunca mejor dicho. Un álbum que combina diversos estilos, mezcla de metal moderno con el thrash old school (no os perdáis el tema “#iwokeuplikethis”) acompañado de voces guturales y melódicas. Un trabajo maduro que ofrece varios puntos de vista de la música que se está haciendo en la actualidad. Debo confesar que en ocasiones, y respetando las distancias, el quinteto angelino me ha recordado a aquellas chicas de Badalona, que a finales de los noventa pateaban culos bajo el nombre de B-VIOLET. Al igual que ellas hicieran en su tiempo, BUTCHER BABIES se muestran implacables a través de las once pistas de este “Lilith”. Partes más oscuras contrastan perfectamente con otras más melódicas, dando a luz un álbum que se consume rapidito.

“Korova”, bajo mi punto de vista, es uno de los destacables de este “Lilith”. “The Huntsman”, tampoco está mal, una revisión del clásico cuento “La Caperucita Roja” nada despreciable. Se trata de una pieza bastante teatral, con unas guitarras contundentes, que son de lo mejor del redondo. “Oceana”, por su parte, tiene algo más de hip hop, aunque sigue siendo cañera al cien por cien, casi tanto como su predecesora “Controller”. “Look What We´ve Done”, sin embargo, es la power-balad del disco.

Poderosa y accesible, a partes iguales, “Look What We´ve Done” va marcando la senda hacia la parte final de “Lilith”. Un desenlace que tiene como máximo exponente un “Pomona (Shit Happens)” que mucho puede recordar a los PANTERA más punkarras de Anselmo y compañía. Metalcore en estado puro, listo para degustar en directo metidos en algún que otro pogo. La canción lo vale. Y cerrando el álbum tenemos un hipnótico ”Underground And Overrated”, de corte repetitivo e industrial. En él vemos reflejados a MINISTRY y nuevamente a PANTERA, sobre todo en los compases finales de la canción.

Muchos las prejuzgarán por su físico. La verdad es que la imagen de las dos vocalistas puede causar impacto, pero no debemos quedarnos en la superficie. Si nos adentramos en la escucha de “Lilith”, nos daremos cuenta de que los californianos BUTCHER BABIES son un valor a tener en cuenta.