Darksun: Libera Me

Todos sabemos lo complicado que es hacer rock en este país, pues hacerlo bien ya ni te cuento. Darksun es una banda que, a pesar de su "cierta juventud", ya ha combatido una y mil batallas en este negocio. Empezaron allá por 1998 cantándonos las crónicas de Araván con la que fue su primera propuesta, Nörthwind. La suerte no les acompañó demasiado, pero con tesón y valentía siguieron adelante, hasta que en 2002 forman lo que hoy en día es Darksun, banda basada en el power metal de carácter más épico, que con el paso del tiempo ha sabido incluir nuevos y atractivos elementos en su música. Sin duda estamos hablando de una de las mejores bandas del país. Sonido completamente internacional, arreglos de primerísimo nivel, instrumentistas de nivel medio-alto, estructuras y composiciones de gran talento…

"El Legado" sorprendió y encandiló a más de uno, a pesar de su cierta inmadurez. "El Lado oscuro" alternaba temas de infarto, de sobresaliente, con otros no tan inspirados, y ahora "Libera Me" va un poquito más allá. El sonido gana en cuerpo y espesura, la temática y la melodía se vuelven más melancólicas y con más poso, y el talento instrumental alcanza su cota más elevada con la entrada de David Figueiras a las guitarras solistas.

El CD se abre con una discreta intro, "Libera Me", algo apagada, con unos coros susurrantes al compás de "libérame, libérame…", para dar paso a continuación a "Parasiempre", tema trepidante desde el inicio, con la batería a doble bombo y las guitarras muy graves de afinación. Arreglos orquestales acompañando a la sección rítmica para dar entrada a las estrofas, donde el sonido se relaja. Dani G se defiende mejor que nunca a las voces, atacando una melodía muy versátil y dinámica. El puente es maravilloso, pero el estribillo se diluye un poco. Tema agresivo e incisivo, tónica de todo el álbum. El sonido es magnífico y las guitarras solistas apabuyan en el solo, fantástico, talentoso, melódico, técnico… Qué fichaje!!!

Perfectamente engarzado con el anterior comienza a sonar el bajo de "Miedo", atroz desde el principio. Las guitarras siguen rabiosas, "speedicas" por momentos, muy Rage. El verso vuelve a ser genial, no hay puente y el estribillo es sencillo pero acuciante y pegajoso. La estructura del tema es soberbia, completamente redondo. Las solistas vuelven a destacar."Huellas En La Arena" se inicia con las armonías, a base de piano, del estribillo para tornarse de repente en un tema netamente powermetalero, aunque con más de un detalle de imprenta moderna. El estribillo tiene una buena melodía, aunque por el tono de Dani se hace un poco soso después de varias escuchas. El trabajo rítmico vuelve a ser grandioso."Tan Lejos" es lo mejor del CD. Líneas de guitarra pegajosas y cariz muy épico, se nota que Tino ha tenido mucho que ver. El tema en sí mismo es un estribillo. Las estrofas son perfectas, el puente glorioso y el estribillo de lo mejor que han escrito. Por cierto, las guitarras de nuevo de "once", con una parte solista de escándalo, sobria y sin absurdeces, cosa muy dada en este país.

Las rítmicas de "La Sombra Tras El Cristal" parecen salidas del "Whoracle" de In Flames. Guitarras pesadas, con mucho empaque y teclados envolventes en los acompañamientos. Todo muy "escuela gotemburguesa". Las estrofas ceden ahora el protagonismo a las estructuras rítmicas, hasta el stop del estribillo, que emerge tenue y con espíritu de liderazgo, con mucha clase."Voces En La Oscuridad" es el tema más sinfónico, con un inicio orquestal y unas rítmicas de nuevo afiladas, dobladas por las líneas solistas de Figueiras de manera sensacional. Las melodías vuelven a ser notables y el estribillo vuelve a pegar fuerte a pesar de su a priori sencillez. El solo es de nuevo genial, aunque el acompañamiento no se queda atrás. La fuerza con la que suenan las guitarras no es de este mundo. El final es apoteósico, reenganchando con los coros de la intro, doblados esta vez por la, cada vez más madura, voz de Dani."Lágrimas De Ángel" quiere recoger el testigo del Speed Metal europeo de mediados/finales de los ochenta, eso sí con una fuerza y una caña desmesuradas y una producción excelsa. El estribillo es colosal, hímnico, bravucón, cabalgando sobre una estructura rítmica impecable. Qué fuerza, qué talento!!

"Saltar Al Vacío" es para mí de los más discretos. Su intento de complejidad y barroquismo me satura. El estribillo queda algo embarullado con tanto coro y tanto arreglo. Algo mareante.No es el caso de "Libre Como El Amanecer", que vuelve a coquetear con partes extremas en las estrofas, aunque se torna súbitamente en dulzura natural en el estribillo. Los teclados ganan protagonismo si cabe y el dinamismo de las guitarras te deja de nuevo boquiabierto. Al segundo estribillo ya estás rendido a sus pies. La balada del disco es "Alma". Siempre me han encantado los temas lentos que han escrito esta gente, desde el pletórico "A Dónde Van las Almas" de "El Legado", pasando por el mastodóntico "Tumbas De Nieve" de "El Lado Oscuro", pero en esta ocasión, sin duda, "Alma" se queda descafeinado, soso, parco, ya que ni tiene el gancho ni la épica de los anteriormente citados. Algo flojo.Final para "Odio Eterno", el más agónico del CD, una especie de confrontación o debate entre el bien y el mal. Aunque las estructuras las podían haber firmado los mismísimos Stratovarius, las voces guturales transforman el tema en ese "odio eterno" que reza su título. Ni de lejos el mejor. El final pierde un poco de brillo.

Resumiendo, sin la magia y el azúcar de "El Legado", aunque mucho más maduro que este, pero más compacto y uniforme que "El Lado Oscuro", aunque, también sea dicho, sin ningún hit del calibre de "Renacer", "Esclavos del Miedo" o "Elegía". Como dije al principio, una de las tres o cuatro bandas a tener en cuenta dentro del escueto panoramo nacional. Aprovechemos por tanto la ocasión.