Runic: Liar Flags

Tras la avasalladora calidad que atesoraba el debut de CONTINUO RENACER, y
conociendo el buen gusto musical de los 2 personajes que se esconden detrás
del sello Erzsebet Records, no esperaba menos de su nuevo lanzamiento; El primer
larga duración de los valencianos RUNIC.

Formados en Castellón allá por el 2001, RUNIC editarían su primera referencia
en forma de Mcd de nombre “Awaiting the Sound of the Unavoidable” el mismo
año de su nacimiento evidenciando las ansias creativas que estos 6 valencianos
poseían y de hecho estoy más que convencido que todavía poseen. Grabado en
los estudios Rocketes de Castellón, “Awaiting the Sound of the Unavoidable” contaba
con 6 temas, siendo uno de ellos una adaptación metálica de la famosa banda
sonora de “Conan el Bárbaro”. Finalmente la masterización corrió a cargo de
Alberto Sales, guitarra del grupo TEMPLARIO.

Con su primer Mcd bajo el brazo, RUNIC entablan contacto con la gente del
sello / distribuidora vasca Erzsebet Records / Indar Productions quienes promueven
el mencionado “Awaiting the Sound of the Unavoidable” obteniendo tal aceptación
que acaba por convertirse en el preámbulo de un acuerdo de cara al fichaje
del grupo y la consiguiente edición de su primer Lp, motivo de esta reseña,
de nombre “Liar Flags”. De nuevo, RUNIC se encierran en los Rocketes estudios
con Alberto Sales repitiendo en sus labores de productor obteniendo unos resultados
que hablan por sí solos.

Dejando de lado la, a veces molesta, autocompasión que los redactores solemos,
o deberíamos tener, hacia el producto patrio, un servidor se saca el sombrero
ante semejante alarde de técnica, maestría compositiva y sobretodo buen hacer
en materia melódica. Quienes seguimos la escena extrema nacional desde hace
ya bastantes años sabemos lo complicado que resultaba tiempo atrás dar con
un producto “competente”, sin embargo, y ello me llena de orgullo, puedo afirmar
con total firmeza que “Liar Flags” puede competir en el mismo terreno que bandas
internacionalmente reconocidas como MOONSORROW, BAL-SAGOTH, THYRFING, ENSIFERUM
y demás, incluso, me atrevería a decir que supera con creces muchos de los
trabajos de dichas bandas que se consideran ya clásicos del género.

De hecho, los que me conocen saben de sobras que no soy muy fan de este tipo
de Viking/Black melódico que tanto despunta en los días que vivimos, salvo
muy contados discos de muy contadas bandas, ahora, las sensaciones que me ha
transmitido esta obra maestra de nombre “Liar Flags” no habían sido experimentadas
en un servidor desde largo tiempo atrás (¿Alguien dijo “Valdr Galga” o “Starfire
Burning Upon the Ice-Veiled Throne of Ultima Thule”?).

Lo que nos proponen RUNIC con su debut resulta de un amalgama entre el Black
Metal más melódico y el Viking Metal clásico, todo ello, bañado en exquisitas
capas y más capas de teclados y orquestaciones grandilocuentes y épicas, de
una magnitud sonora considerable y no muy vista por estos lares. De hecho,
la mencionada banda sonora de “Conan el Bárbaro” del maestro heleno Basil Poledouris
podría servir de claro ejemplo para que se hagan una idea de por donde van
los tiros. Todo ello llevado al terreno del Metal por supuesto. Y es que no
es la primera vez que oigo semejante comparación, sin embargo, sí es la primera
vez que me la creo y la reafirmo. Junto a los instrumentos convencionales que
todos conocemos; Guitarra, bajo, batería y teclados, RUNIC añaden una serie
de nuevos elementos procedentes de instrumentos tan poco comunes como las flautas,
las gaitas, la zanfoña y otros tantos instrumentos ancestrales cuyos nombres
se me escapan por completo ahora mismo. Refiriéndonos a la escena nacional,
este factor no supondría excesivamente destacable de no ser por el hecho de
que, y esto ocurre rara vez, todo suena en su sitio, supurando potencia, complejidad,
calidad y calidez sonora y sobretodo, credibilidad, algo de lo que no anda
muy sobrada que digamos la escena española. En el campo vocal, RUNIC tiran
principalmente del registro gutural agudo apostando en diversas ocasiones por
las voces limpias, tanto femeninas como masculinas, que, oh sorpresa, están
completamente afinadas y armonizadas sin salida alguna de tono, dando como
resultado algunos pasajes y coros realmente épicos y repletos de emotividad.

Cada una de las piezas que compone este “Liar Flags” contiene solos y melodías
de guitarra a doquier que me han recordado enormemente a los británicos BAL-SAGOTH,
de quienes estoy seguro han tomado a modo de préstamo varias influencias. Es
más que destacable también el buen hacer que estos valencianos poseen a la
hora de utilizar los sintetizadores de cara a crear inmensas orquestaciones
que lejos de sonar vacías, estériles y sintéticas, dotan a los temas de una
frescura, naturalidad, grandeza y, como añadía antes, credibilidad, propia
de las grandes bandas del género, y no de unos “debutantes” como RUNIC.

Estos 6 valencianos han demostrado sobradamente con este debut ser la gran
promesa, a falta de mayor abundancia de género, dentro del campo del Viking
/ Black Metal nacional. Como suele suceder en este tipo de casos, obtendrán
un merecido reconocimiento por parte de la comunidad metálica española mientras
que muchas puertas, sobretodo de Pirineos para arriba, se les cerrarán precisamente
por su procedencia no-escandinava. Y es que así están las cosas señores, si
RUNIC fueran finlandeses, suecos o alemanes y tuviesen detrás a un potente
sello como Nuclear Blast podrían barrer sin problema alguno la escena entera.

No me queda más que invitarles a descubrir a esta impresionante banda que
sin duda, y a falta de finalizar el año que acabamos de abrir, ya se perfila
como una de las firmes candidatas a ocupar el ranking de lo mejor del 2006.
Supongo que alguien pensará que me he excedido en mis halagos, algo lógico
y comprensible por su parte, ¿Quieren comprobar de primera mano si exagero
o no? No duden pues en pasarse por la web del grupo o por www.indarproductions.com y descargarse
el material disponible. En caso de discrepancias con las opiniones vertidas
por un servidor en tan humilde reseña, no duden en hacérmelas llegar, ¡Pues
estaré encantado de rebatirlas!.