Hardline: Leaving The End Open

Hay ocasiones en la que los planetas, ciertas estrellas o vaya usted a saber, se alinean de forma correcta y un grupo saca un disco debut que se convierte en todo un clásico imprescindible dentro de su género. Es el caso del disco de estreno de HARDLINE, “Double Eclipse”, que en más de una ocasión he estado tentado de hacer una retrocrítica e incluirla en nuestra sección correspondiente. Muchos años han pasado desde aquel glorioso lanzamiento. Muchos años desde que los hermanos Gioeli convencieran a Neal Schon para que colaborara con ellos y sacar adelante su nuevo material. Colaboración que, una vez desaparecido BAD ENGLISH llevó a Schon a involucrarse por completo en esa tira de maravillosas canciones, y de paso, llamar a su compañero Dean Castronovo (también libre tras la disolución de BAD ENGLISH) para ocuparse de la batería. Por h o por b, y no me cansaré de repetirlo, sacaron un memorable trabajo llamado “Double Eclipse”.

Hubo que esperar diez años para que tan excelente debut tuviera continuidad. “II” tenía buenas canciones, algún que otro himno (caso de la pegadiza “Weight” o la balada “Y”), pero estaba a años luz de su antecesor. Y eso que el trabajo de Josh Ramos sustituyendo a Schon fue más que solvente. Y ahora, con otros añitos de por medio, más cambios en su line-up, pero con Ramos de nuevo encargándose de las guitarras (él solo, Joey Gioeli tampoco está, aunque sí que trabajó en varias canciones), publican su tercer trabajo “Leaving The End Open”, y la sensación es la misma. Buen disco, pero por debajo de un estreno que se ha convertido en una sombra muy alargada.

No por ello hay que dejar de tener en cuenta este trabajo. Musicalmente, incluso, es una combinación de sus dos anteriores obras. Su toque AOR comercial y dulzón de sus inicios por un lado, y algunos retazos de hard rock endurecido que dejaron entrever en su segundo trabajo por otro. Y además, escuchar a Gioeli explotar su variedad de registros fuera de las tesituras monorrítmicas de AXEL RUDI PELL, siempre es un placer. Sobre todo en los temas lentos como “Bittersweet”, “In This Moment” o el tema título a modo de cierre, donde su cálida voz ocupa un protagonismo más que merecido.

Su tema inicial “Voices” (cortante y extraño para abrir, pero con uno de los mejores estribillos), “Pieces Of Puzzles” (con un magnífico ejercicio de Ramos a las guitarras) o la apasionada “Before This”, son las que suben el listón y hace que este trabajo sume puntos en su resultado final. También la movida “Give In To This Love” o “Falling Free” se dejan oír de buenas ganas, pero dentro de un género, dentro de un propio grupo, hay buenos temas sin más, y temas excelentes, de los que perduran a lo largo de los años. Y he aquí la diferencia, aunque las comparaciones sean odiosas.

Tras varias escuchas de “Leaving The End Open”, uno no logra recordar un himno claro, no consigue mantener en la mente un estribillo, ni tampoco una melodía pegadiza, y eso, en este género, es casi imperdonable. Es lo que marca la diferencia. Se agradece su vuelta, pero si quieren seguir en boca de todos, deben acercarse a la calidad de su debut, y a poder ser, tener un poco más de continuidad. Queremos más clásicos a la altura de “Hot Cherie”, “Dr. Love” y “Rhythm From A Red Car” sin tener que esperar tantos años.