Lynyrd Skynyrd : Last Of A Dyin Breed

Bueno, pues tenemos ante nosotros la nueva obra de una de las bandas más longevas de todo el panorama rockero mundial. Si en el mundo del Rock dieran el premio Cecil  B Demille a toda una carrera, vamos, esta gente se lo llevan de largo, estar casi 50 años al pie del cañón no es nada fácil. Es cierto que el grupo ha tenido muchos altibajos, muchas muertes en su seno, baste recordar al gran Ronnie Van Zant o al guitarrista Allen Collins entre otros, su época dorada ya pasó (los setenta fueron suyos), y sobre todo es difícil que vuelvan a componer himnos como “Free Bird” o la archiconocida “Sweet Home Alabama”, pero representan como nadie el espíritu sureño americano, la fusión perfecta de Blues-Rock, y todo ello unido a un Classic Hard Rock de alta escuela.

En 2012, los LYNYRD SKYNYRD aún conservan balas en su pistola para lanzarnos buenas ráfagas de Southern Rock, estar capitaneados por el gran Gary Rosinngton a la guitarra y el no menos importante Johhny Van Zant a la voz, aseguran de antemano que su producto aún no ha caducado y que todavía tienen mucho que mostrarnos.

“Last of a Dyin Breed” es un disco lleno de todo lo que podemos esperar de esta banda; eso sí, un grupo adaptado a los tiempos que corren, son los maestros del rock añejo, pero ni mucho menos tienes la sensación de escuchar a una banda acabada o desfasada.

El Blues, ya sea en solitario o unido al Hard más contundente, es la base de su discurso, en esta obra no dejan lugar a dudas de cuáles son sus señas de identidad, saben qué es lo que hacen y lo llevan a la práctica de manera magistral. Es rock de carretera, de moteles baratos y bourbon, lo fronterizo está muy presente, junto a los legendarios ZZ TOP, son los estandartes de este movimiento.

La fiesta sureña comienza con el tema que da título al disco “Last of a Dyin Breed”, todo un himno al Blues-Rock en toda regla, guitarras con riffs muy pegadizos, mucha melodía y mucho boggie, rock sureño del bueno, on the road again my friends!, es lo que sientes al oir el tema, el Sr. Van Zant se sale y crea la atmósfera necesaria para elaborar un gran tema, todo salpicado con unos teclados de órdago.

Utilizan a lo largo del disco el medio tiempo típico del blues para ir in crescendo, a medida que los temas avanzan, todo engalanado con riffs contundentes y solos de guitarra de gran precisión, sin olvidar  la utilización de coros que hace que los temas adquieran una fuerza que les viene de perlas, ejemplo de todo esto son canciones como “One Day at a Time”, “Lifes Twisted” y sobre todo “Nothing Comes Easy”, donde los acordes a medio tiempo rompen en un ritmo lleno de boggie y swing.

Uno de los mejores temas del álbum es sin duda “God Teacher”, comienzan con un riff grandioso que nos lleva en volandas hacia un tema Hard Rock contundente, la voz del vocalista adquiere tonos muchos más asperos y el ritmo es muy alto, muy de la escuela de los antes comentados ZZ TOP. De estructura parecida es “Honey Hole” aunque en esta canción los cambios de ritmo están muy presentes dando al tema mucha variedad.

No podemos dejar de comentar el capítulo baladas, temas como “Ready to Fly”, Something to Live For” y “Start Livin Life Again”, son dignos ejemplos de lo que debe contener una buena balada sureña, sentimiento, alcohol, mujeres e incluso la aparición de instrumentos tan autóctonos como el banjo, dando al conjunto una autenticidad total .

Os recomiendo que os hagáis con la versión extendida del álbum, ya que contienen 4 bonus tracks , que son un broche de oro genial a todo lo comentado en esta reseña.

Lo dicho si te gusta mascar tabaco, beber Jack Daniels, y rockear, éste es tu disco, aunque si los dos primeros vicios no te seducen mucho, con que te guste la buena música y el rock de verdad vale.