Hollow: Las Estaciones De La Conciencia

La espera ha merecido la pena. Después de un EP bastante prometedor como fue ‘El Principio de Vuestro Fin’, por fin llega el primer disco de HOLLOW, después de algún que otro retraso con su edición. Las buenas maneras que mostraban en su presentación poco tienen que ver con este trabajo. Un grupo mucho más maduro, con los temas más trabajados, al que se ha añadido el factor de una producción (hecha por su guitarrista, Xavi Igual) que deja el sonido final en sobresaliente. 

Se podría decir que ‘Las Estaciones De La Conciencia’ es un disco en cierto modo conceptual. Un trabajo hecho desde lo más profundo del ser del grupo, en lo que ellos mismos definen en unas líneas dentro del libreto como una historia cotidiana de superación. Y esa historia se ve reflejada en unas letras que en muchos momentos llegan a poner los pelos de punta; dolor, frustración, decepción, impotencia… que en el fondo tienen un mensaje positivo.

Con esas premisas, definir el sonido de HOLLOW es a priori sencillo: metal puro y duro. Y teniendo ese sonido moderno del que últimamente beben muchos grupos, son de agradecer dos cosas. Por un lado el que sea en castellano y no se recurra al inglés, que es lo fácil en muchos casos para hacer encajar el sonido típico americano, que es a lo que están acostumbrados muchos oyentes; por otro, la temática de las letras citadas más arriba. Aquí no hay fantasías varias, ni historias inventadas, ni poses ni apariencias. Pero no solo de metal vive el grupo, pudiéndose apreciar influencias hardcore e incluso heavy según los temas. Vamos, que aquí no se cierran en banda a un sonido machacón y repetitivo.

Desde la intro todo parece calculado por Johnny Revolution, compositor de toda la música del disco. Sin darte cuenta, desemboca en ‘Las manos del azar’, el primer episodio de la narración de los diez temas, y desde ahí todo es una montaña rusa de idas y venidas, de altos y bajos, de partes crudas y claras. Un ejemplo perfecto de todos estos contrastes lo encontramos en ‘Arriésgate’, que en algo más de tres minutos nos ofrece partes viscerales y metaleras, breaks, cambios de ritmo, estribillos melódicos… sí, en poco más de tres minutos. Pero si hablamos de temas completos, nos encontramos ante todo con ‘Nosferatu’ y ‘Noviembre’, destacando en ambas la labor de las guitarras de Johnny y Xavi junto a las partes melódicas de Marcos, y sobre todo el final de la segunda, de esos que te emocionan y ponen los pelos de punta.

La parte central del álbum es la que podría pasar algo más desapercibida, sobre todo ‘Por ti’, que dicho sea de paso, es una donde los contrastes de voz son más salvajes y complicados. Se sitúa entre medias de ‘Renacer’, cuyo comienzo arrollador deja paso al tema más rápido del disco, y ‘Partir de cero’, donde de nuevo reina la velocidad y vuelven a cobrar protagonismo sobre el resto Xavi y Johnny. Pero lo mejor del disco lo dejan para el final. Si el disco se llama ‘Las Estaciones de la conciencia’ es por algo; y es que el tema que lo da título (precedido del interludio ‘El sueño ha terminado’) es la pieza angular de todo el trabajo. Si las letras ya eran importantes y destacaban en los temas anteriores, aquí son indispensables y Marcos saca todo lo que tiene dentro y lo plasma en el mejor tema del disco. A continuación, solo queda ‘Crimen y castigo’, el tema más difícil de asimilar… y que cuando lo haces, se convierte en un perfecto final. Un comienzo de canción cuyas guitarras y ritmos pueden recordar al heavy de toda la vida, y cinco minutos por delante con el mayor número de cambios de todo el álbum y un claro mensaje: “enmendar y ser feliz como ayer”.

En definitiva, ‘Las Estaciones De La Conciencia’ es un disco que duele. Marcos Zoya se convierte en un doble narrador intencionado de una historia con un final aún sin escribir. Por un lado está el que escupe su rabia, con voces rasgadas y guturales; por otro, la parte melódica es la contraposición a la negatividad inicial, buscando salir adelante. Y como todos nos hemos visto en situaciones parecidas en mayor o menor medida, la conexión con el oyente es instantánea. Ellos mismos salieron adelante tras la salida de Julián Granados del grupo, y como toda ida tiene su venida, ha retornado recientemente a la banda, juntando de nuevo la base rítmica original del grupo junto a Txema. Haciendo referencia de nuevo a sus palabras en el interior del disco, ‘esto es HOLLOW’.