Gamma Ray: Land of the Free II

Miedo y alegría. Éstos son dos de los componentes que seguro poseemos todos los fans de Gamma Ray frente a LAND OF THE FREE II. Alegría por que ya sólo el título apunta a una enderezación de la línea compositiva y un retorno al sonido que los hizo leyendas, pero miedo ante la posibilidad de que el bajón que supusieron sus dos últimos discos persista. NO WORLD ORDER tenía una onda mucho más 80era, y pese a tener buenos temas caía en un autoplagio impropio de Hansen. MAJESTY fue el punto más bajo de la banda, un disco simplemente correcto, siendo bondadosos al referirnos a él.

Y tras la huida de Noise Records-Sanctuary, los niños mimados de la compañía, como siempre fueron, entran en SPV debiendo demostrar que están a la altura de las expectativas. Espero que nadie espere un trabajo a la altura de su predecesor de 1995 pues la decepción será evidente. Gamma Ray ha facturado su mejor disco desde POWERPLANT, y de hecho guarda más líneas de conexión con éste que no con el corte hímnico y las rebeliones en tierras de los sueños de su hermano mayor.

Las tareas compositivas vienen de la mano de Hansen en un 80% aunque sigue habiendo un espacio para que Richter (dos temas), Zimmerman (otros dos) y Schlater (una) muestren sus cualidades compositivas. No olvidemos este detalle: ¿Cuantas bandas son capaces de tener en cada miembro un compositor y letrista? Muy pocas, ¿y cuantas que los cuatro sean capaces de haber firmado clásicos del grupo? Alguna habrá, pero muy pocas, y Queen juegan en otra liga, obviamente.

Hay un retorno no sólo a los temas y sonidos clásicos en el grupo sinó también un reencuentro con la calidad compositiva. El single claro, “Into the Storm” es un puñetazo en la mesa, un aviso de que recuperan velocidad y melodía en lugar de la oscuridad y despiste de su obra anterior. Gancho en los estribillos y un Hansen en plena forma, especialmente en sus cuerdas vocales. Pese a ser single sinceramente recuerda algo al típico corte de Stratovarius que sabes que estará en cada disco, si bien en versión Gamma Ray. Facilona, coreable, efectiva en directo y 100% Ray, justamente lo que todo el mundo espera de ellos. Mejoran las cosas en la elaborada y épica “From the Ashes”, coros marca de la casa con Hansen doblando las voces, un coreable uooo, uooo, interludio lento y esa evolución compositiva que la acerca a, por ejemplo, “Somewhere Out in Space” pero mucho menos compleja. “To Mother Earth” confirma uno de los peores miedos, hay referencias excesivas a un corte de los Helloween clásicos aunque no deja de ser una buena composición. Mejoran las cosas en “Leaving Hell” (totalmente Hansen) y en “Real World”, probablemente un nuevo clásico de la banda y la confirmación que el dios -últimamente venido a menos- Hansen todavía es capaz de firmar grandes himnos. “Insurrection” cierra el disco y guarda otro paralelismo claro con el POWERPLANT, tema largo que cierra, de inicio lento, y algo castigada por el autoplagio, evidentemente no llega al nivel de esa maravilla llamada “Armageddon”. Hay una condensación de grandes momentos extraídos de temas clásicos de Gamma Ray y una excelente transición entre velocidad, medios tiempos y solos pegadizos.

Podéis suponer que la producción de Tommy Newton es perfecta, que el trabajo de guitarras es totalmente colorista, trabajado, con solos doblados y que la base rítmica de Schlater y Zimmerman es compacta y funciona a la perfección

Lo que ya no debería sorprendernos es que Henjo Richter firme el que es quizá el mejor corte del disco “Rain”. Un estribillo que va para clásico, fresco y ese toque que tiene que hace que sus composiciones posean un toque happy, festivo y algo comercial pero sin dejar de poseer el espíritu del grupo. El mismo creador de “Send Me a Sign” borda un solo precioso. El otro tema que firma empieza con una entrada de batería y un riff muy a lo NO WORLD ORDER, muy marcado y algo duro para ser una composición de Richter, aunque el estribillo ya es puramente pegadizo y suaviza la dureza inicial.

La sorpresa la da Zimmerman firmando otra de las mejores composiciones del compacto, “Empress”, y hasta cierto punto un corte bastante novedoso visto lo visto en Gamma Ray. Un estribillo pegadizo, algo oscuro, susurrante y épico con un Kai jugando con sus registros vocales.

Schlater, como siempre ha sido, pone el toque más teatral y “raro” en el disco con una gran composición. “Opportunity” rompe el ritmo y muestra una cara mucho más elaborada y compleja que siempre ha estado en Gamma Ray si bien había quedado diluida en sus últimas entregas.

A pesar de los pesares este disco no decepcionará a ningún fan de Gamma Ray, creo que deja claro que todavía hay ideas interesantes… ¡aunque la mayor parte no son de Hansen! Se recurre menos al autoplagio, se sube el listón y se gana credibilidad. Los nuevos cortes ganarán mucho en directo y hay ganas de ver como suenan, una sensación que pocos habíamos experimentado con MAJESTIC. ESPERANZA es la conclusión con la que podemos quedarnos tras el análisis, aunque llamarle LAND OF THE FREE II a este disco no es más que una jugada comercial. No hay ningún parecido ni por casualidad, ni por calidad, ni por sonido ni por estilo. Eso sí, el mejor disco desde POWERPLANT, ¡que no es poco! El tiempo pondrá en su sitio a este disco, será mucho más valorado con los años, tiempo al tiempo…