Tenpel: La Sangre de Pegaso

“La sangre de Pegaso. Espíritu con nombre, indefendible esencia. TENPEL presenta ‘La Sangre de Pegaso’, como siempre, haciéndo lo nuestro, haciéndolo vuestro.”

Así nos lo hacen saber, con su declaración de principios de siempre y fieles a regalar su música una y otra vez; en cualquier red social del grupo o su página web se puede conseguir. Así fue con ‘Areté, Despierta’ y con los EP posteriores, y así ha sido con ‘La Sangre de Pegaso’; y teniendo en cuenta como está el mercado musical, me atrevería a decir que así seguirán. TENPEL hace partícipe a todo el mundo que quiera escucharlos de su música, para poder llegar al mayor número de público posible… y espero que por fin consigan el reconocimiento que merecen.

Algunos creerán que puedo exagerar, o quizá este comentario sea injusto para el resto de la banda, pero ahí va: Kantz es un portento, y si no el mejor y más completo cantante de este país, al menos está entre los cinco mejores sin duda. Digo lo de injusto para el resto de TENPEL, porque el grupo es mucho más que su cantante, pero quizá sea la guinda y que hace que toda su música se ensamble para crear lo que han creado. Algunos le siguen recordando por su paso por COILBOX, y preferirán aquel registro y ese tipo de música, pero a día de hoy, no hay ni punto de comparación de aquel chaval con veinte años a lo que se ha convertido; seguramente sea el paso del tiempo, la madurez, o la ya mencionada completa gama de registros . Pero no solo con su voz, sino con todo lo que pueden llegar a transmitir sus letras.

TENPEL es un grupo donde caben todo tipo de influencias y estilos, pero ante todo es un grupo de sentimientos, de todo tipo. Y aunque ‘La Sangre de Pegaso’ sea una historia (en teoría) conceptual, dividida en tres actos, no está exenta de todo tipo de sensanciones. El primero de ellos, ‘La Sangre’, arranca con una intro narrada (y que da título al disco) a cargo de Juan Pablo Solari y que nos pone en situación de lo que vamos a encontrar en el disco: la historia de Pegaso, y la envidia que provoca en los lobos. ‘Pegaso’, como tal, despliega sus alas en el segundo tema, el que fue adelanto en forma de videoclip. Y como no podía ser de otra manera en ellos, no da una idea de lo que es el disco… musicalmente hablando. El concepto del caballo de sangre azul está ahí, pero cada canción tiene su alma propia. Esta tiene fuerza en la voz, reflejo del animal que describe, y en la música cobran protagonismo los teclados de Mosz en los estribillos y los punteos de las guitarras en las estrofas; pegadiza y rockera, sí, pero con cantidad de matíces.

Pero como dije en el párrafo anterior, TENPEL evoca todo tipo de sentimientos. Así, la historia continua con la melodía de ‘Monótona Languidez’, con rezo Wiccano incluido en ella, y la nostalgia de ‘Olvida, respira’. Ambos temas tiñen de melancolía la historia de este primer acto, ‘La Sangre’, que alcanza su punto álgido en ‘Sin Condiciones’, una oda a la amistad que pone la carne de gallina durante los cinco minutos que dura y donde la batería marca el ritmo. Por si fuera poco todo lo que evoca su música en continuo crescendo con un emotivo punteo final, la letra se encarga de elevarlo, y los coros finales (grabados, como no en este tema, por gente cercana al grupo) de llevarlo a otro nivel de emoción. Increíble cierre de capítulo.

‘Brahamante ‘ abre‘El Deseo’, segundo acto del disco. De nuevo es la voz de Juan Pablo Solari, vocalista de GALGO, quien narra este interludio, con el apoyo final de Natalia Romero. Y si para el debut de SHINOVA era Kantz el que prestaba su voz en el tema ‘Cicatrices’, ahora Gabriel de la Rosa devuelve a favor en ‘Trastévere’, en un tema contundente, empezando así de manera parecida a ‘La Sangre’. ‘Espigadores’ es de ritmo más alegre, posiblemente sea el tema que más pueda recordar al estilo de otros discos, con las guitarras de Raúl y Christian Taylor (novedad en el grupo tras la salida de Koke) como grandes destacadas, primeramente en un segundo plano, y cerca del final en su punteo; y con Kantor cerrándolo de manera rabiosa. Para terminar el acto, ‘Carta Perdida’, donde esta vez la voz cantante deja lucirse al resto del grupo, de nuevo Juan marca el ritmo con su batería… y al igual que en el final de ‘La Sangre’, los sentimientos vuelven a aflorar, tanto por la emotividad de la letra, como por la colaboración de Koke Iglesias, anterior guitarrista. Todo perfectamente calculado y estudiado.

Para el inicio de ‘La Llamada del Lobo’, tercer y último acto, no se precisa de un nuevo interludio, y es Amaya López-Carromero quien se encarga con su voz y solo tras la melodía de un piano de encarar de manera trágica e íntima el final del viaje que nos presenta este disco, junto a Kantz, que se disfraza de tenor para mostrar de nuevo sus cualidades. Christian y Raúl vuelven a hacer de las suyas en ‘En detalle’, tanto en la sombra como en primer plano al final, y la historia se termina diluyendo con ‘Vita-cora’, el tema más rico en cuanto a reglos de todos los del álbum, y que de nuevo vuelve a probar la sensibilidad de quién lo escucha. Como dije al principio, TENPEL son un grupo de sentimientos, y aquí hay doce razones que lo demuestran.

En definitiva, un disco para disfrutar, porque les ha quedado algo distinto (otra vez), de calidad y completísimo; con un sonido muy cuidado, a cargo de la producción de Carlos Santos, y posterior mezcla de Mika Jussila. Un álbum para descubrir, porque es una gozada darse cuenta de pequeños detalles cuando uno ya lo tiene más que escuchado, el dejarse envolver por las atmósferas de algunos temas, empaparse de la melancolía de otros, o seguir las melodías de la voz, de los teclados, del cello… Pero sobre todo es un disco para participar, porque el grupo así lo hace saber a la hora de presentarlo, todo bajo un artwork espectacular (con un dvd en el formato físico); y así lo han reflejado en los créditos del mismo, con cantidad de colaboraciones. Y es que TENPEL son mucho más que las seis personas que forman el grupo en sí… y así lo demostraron en la sala Sol de Madrid en la presentación del disco, porque así lo merecía. El potencial de estos temas en directo es totalmente superior (si es que es posible) al del estudio.