Centinela: La Nueva Ira

Dentro del panorama nacional la aparición del disco “Sangre Eterna” (2002)
fue recibida con aplauso y felicitación por parte de la prensa autóctona. Incluso
fuera de nuestras fronteras la poca repercusión conseguida también se inclinó
por adjetivar positivamente dicho álbum.

Aunque parece que España tenga serias dificultades para conseguir proporcionar
bandas de envergadura internacional, dentro del coto nacional hay cosas aprovechables
y, sin duda, estos albaceteños son una. Fieles al estilo con el que nacieron
en el 2002, riffs contundentes, marcados, y adornados con la afiladísima y rasgada
garganta de José Cano más la potente base rítmica.

Uno de los problemas que entraña el estilo clásico de Centinela es que la voz
de Cano y la linealidad compositiva dan la sensación de que el disco peca algo
en similitud entre cortes. Han incluido acertadamente un tema como “Frío” un
medio tiempo a guitarra acústica, adornado con subidas de Cano y un buen solo
de guitarra. Las seis cuerdas de J. Miquel Mondéjar trabajan mucho y bien a
lo largo de todo el disco, dotando a los temas de unos riffs ciertamente interesantes.
Desgraciadamente (y al igual que su predecesor) la producción es mejorable y
el grupo debería plantearse la posibilidad de grabar en otro estudio pues ambos
compactos suenan excesivamente parecidos, da la sensación de nula evolución.

Destacar “Me da igual” con un buen estribillo aunque los coros son bastante
mejorables y la final “Todo Llegará” con esa poderosa entrada y el doble bombo
martilleante de Miquel A. Moreno. Un tema variado con abundantes cambios de
ritmo y una narración.

Las que abren fuego “Rencor” y “¡Como un huracán!” se antojan como infaltables
a sus futuros directos y apuntan a futuros himnos para todos sus seguidores.
En “Mírame” Cano luce sus cuerdas vocales,  y aunque las domina bastante bien,
a veces llega algo forzado y su particular voz es de esas que o te encanta o
no soportas.

Los manchegos saben hacer bien las cosas. Musicalmente son una buena banda,
se han tomado su tiempo para grabar esta segunda entrega (no funcionan con la
autodestructiva fórmula de disco anual), tienen una mascota que les identifica
y hasta han contado con Tinieblas González para el diseño del libreto. Aún así
podrían probar un cambio de aires en cuanto a estudio y producción pues hay
demasiadas similitudes sónicas entre discos.