Trono de Sangre nos ofrecen un enfoque del hardcore mucho más interesante que los tópicos y topicazos del género a los que estamos acostumbrados, y es que cogen detalles del screamo, del noise, del post-rock, del punk de toda la vida, del math rock, te lo mezclan todo en una coctelera, te lo sirven en una delicada copa, le ponen una sombrilla... y te lo tiran a la cara.

Trono de Sangre es una banda madrileña que acaba de publicar su primer larga duración, pero no son unos debutantes cualquiera. Es una de esas bandas que cuando la escuchas, piensas «esta gente tiene madera para llegar a ser grandes». Si ya con su EP «Deus ex Machina» consiguieron dejar boquiabierto a todo aquel que les dio una oportunidad, «La mitad de lo que somos, la mitad de lo que creemos» es una increíble declaración de intenciones, sincera y directa a tu cara: estamos aquí para darle a la zapatilla hasta que nos sangren los pies.

Este álbum es la perfecta mezcla de varios extremos: tan pronto ruidoso como melódico, un delicado veneno altamente adictivo que te deja siempre sediento de más locuras tras sus escasos 32 minutos de duración. Lo más interesante del plástico es la extraña sensación que le deja al oyente, que no sabe muy bien qué está llegando a sus oídos: suena violento, suena visceral y desesperado, pero con un toque de elegancia, confuso y atractivo a partes iguales. Trono de Sangre nos ofrecen un enfoque del hardcore mucho más interesante que los tópicos y topicazos del género a los que estamos acostumbrados, y es que cogen detalles del screamo, del noise, del post-rock, del punk de toda la vida, del math rock, te lo mezclan todo en una coctelera, te lo sirven en una delicada copa, le ponen una sombrilla… y te lo tiran a la cara.

The Dillinger Escape Plan, Converge, The Mars Volta o The Locust son algunas de las bandas a las que nos pueden recordar en ciertas ocasiones los madrileños, pero lo cierto es que ninguna sobresale por encima de las otras porque el sonido de la banda dista mucho de ser excesivamente parecido a ninguna de ellas. Han conseguido darle una vuelta de tuerca a los géneros desde los que parten, y han logrado crear una obra colosal, un monumento a lo estrambótico. ¿Qué es lo más destacable de la agrupación? Absolutamente todo. Desde la desquiciada voz hasta la trepidante batería, pasando por la pura esquizofrenia que evocan guitarra y bajo, ningún elemento es más importante que el resto. Todo está donde debe estar. Además, el álbum goza de una excelente producción que, junto a la brillante composición e interpretación de los temas, los puede situar entre los más grandes.

Tema a tema es difícil quedarse con uno de los 11 cortes por ser todos de excepcional calidad, pero si nos vemos obligados, podríamos decir que «El Crepúsculo de los Dioses», «El Antropólogo Inocente», «Mona Lisa» y «Saló» son los que más sobresalen en el redondo, pese a que afirmo sin ninguna duda que no hay ni un sólo tema fuera de lugar. Estupendas colaboraciones trae también este «La mitad de lo que somos, la mitad de lo que creemos», con la participación estelar de Jorge García (Adrift, El Páramo) a la voz y Manuel Iglesias (The Hardtops, Toundra) al piano y el hammond. ¿Qué más puedes pedir? Pues sólo una cosa: poder verlos en tu ciudad pronto. Trono de Sangre están destinados a convertirse en una banda referencia y no podían haber empezado mejor. ¡Quién me iba a decir que en febrero de 2014 ya iba a tener un firme candidato a disco nacional del año!

Grupo:Trono de Sangre

Discográfica:Caleiah

Puntuación:9

Canciones:

  1. Cabezas Borradoras
  2. Devoradores de Cuerpos
  3. El Crepúsculo de los Dioses
  4. El Baile de los Malditos
  5. El Antropólogo Inocente
  6. Retruécanos
  7. Mona Lisa
  8. El Ángel Exterminador
  9. La Novia Cadáver
  10. Las Huellas del Pianista
  11. Saló

Votación de los lectores:5