En definitiva, “Kingslayer”, es un disco más maduro y repleto de ideas bien hiladas entre sí, a medio camino entre el virtuosismo musical y el heavy metal de libro. Por el otro lado, le faltan estribillos y canciones capaces de enganchar al seguidor más casual, algo que debería ser pan comido con el trío de vocalistas que prestan su voz a la banda.

Apenas un año y medio después de la edición de su primer trabajo, el generalmente aclamado “Tsar”, Almanac nos vuelven a regalar una apetitosa dosis de heavy metal contemporáneo mezclado con power metal y metal sinfónico y toques progresivos. La banda de Victor Smolski es una batidora musical en la que -dentro de los estilos mencionados- encontramos una enorme cantidad de ideas, piezas y sub-temas musicales que no se hace en absoluto difícil de digerir.  Si algo ha tenido siempre el compositor y guitarrista ruso es una envidiable habilidad para aunar géneros y piezas musicales de lo más dispar dentro de parámetros fácilmente aceptables para cualquier fan del heavy metal clásico.

Con la madurez que aporta a la banda el haber girado por salas y festivales apoyando la edición de “Tsar”, este “Kingslayer” demuestra ser un trabajo tan o más sólido. Se acusa una cierta americanización del sonido -especialmente en el uso de afinaciones más bajas en “Regicide” o “Guilty as Charged”. Lo que pasa es que cada canción es un tour de force, una amalgama musical. Tanto que es difícil clasificar o ubicar en géneros muy concretos.

Tener a tres vocalistas en la banda ofrece una versatilidad sin igual que les convierte en una versión más contenida, menos bombástica y menos cinemática de Avantasia. Definitivamente, varias canciones poseen la capacidad de contar una historia a través de las voces de Andy B. Franck, Jeannette Marchewka y David Readman. “Hail to the King” es uno de los mejores ejemplos. Además, cuenta con cierta reminiscencia a Savatage de la que Jon Oliva habría estado especialmente orgulloso.

El trabajo de Smolski a la guitarra es tan irreprimible como siempre, lo que hace de “Kingslayer” un disco muy apto para quienes disfruten de los fuegos artificiales a las seis cuerdas. También hay que decir que las composiciones van por delante y que Smolski aporta técnica, pasión y digitación acelerada en muchos solos, pero esto nunca va en detrimento de las canciones en si mismas. Almanac no quiere ser, aparentemente, la banda de un guitar-hero, sino un grupo cohesionado aun con una propuesta vocal diferenciada respecto a la mayoría de grupos de su género.

Uno de los peros que se pueden achacar a “Kingslayer” es la falta de estribillos más atractivos desde el punto de vista melódico. Algunos como el de “Kingdom of the Blind” necesitan algo, un intangible, que los haga capaces de ser memorizados. Lo mismo sucede con otro de los temas estrella, “Children of the Sacred Path”. El estribillo es ligeramente anticlimático en comparación con el resto de la canción. Cuando quieren, como es el caso de “Losing My Mind”, logran melodías mucho más fáciles de retener y, por ende, no creo que sea casualidad que sea la canción que la banda ha escogido para presentar el disco en sociedad.

En definitiva, “Kingslayer”, es un disco más maduro y repleto de ideas bien hiladas entre sí, a medio camino entre el virtuosismo musical y el heavy metal de libro. Por el otro lado, le faltan estribillos y canciones capaces de enganchar al seguidor más casual, algo que debería ser pan comido con el trío de vocalistas que prestan su voz a la banda. Cuando lo intentan (“Kingdom of the Blind”, “Losing My Mind”) el resultado es tremendo.

Grupo:Almanac

Discográfica:Nuclear Blast

Puntuación:8

Canciones:

  1. Regicide
  2. Children of the Sacred Path
  3. Guilty as Charged
  4. Hail to the King
  5. Losing My Mind
  6. Kingslayer
  7. Kingdom of the Blind
  8. Headstrong
  9. Last Farewell
  10. Red Flag

Año:2017-11-23

Votación de los lectores:5