Killer Be Killed: Killer Be Killed

Hoy día parece que los supergrupos ya han pasado de moda. La época dorada de esas extravagantes formaciones se marchó y, a estas alturas, que varios miembros de bandas conocidas se reúnan en un nuevo proyecto no consigue sorprender a casi nadie. Por no hablar de los montados a base de pegamento: y es que por mucho que X músicos sean estupendos en sus respectivas bandas, eso no garantiza que vayan a saber trabajar juntos. Estos últimos años Black Country Communion fueron la mayor sorpresa en este sector de bandas por haber manufacturado unos dos primeros álbumes de impresionante calidad, pero pocas más han logrado atraer mi atención. Sin embargo, cuando me enteré de que Greg Puciato (The Dillinger Escape Plan), Troy Sanders (Mastodon), Max Cavalera (Soulfly, ex-Sepultura) y Dave Elitch (The Mars Volta) tramaban algo juntos, no pude evitar contener la emoción.

Siendo Mastodon una de las bandas de metal de la década pasada que más admiración creo que merecen, cualquier cosa en la que estén involucrados suele interesarme, pero es que en este caso cada uno de los acompañantes tenía un gran peso propio. Puciato es indiscutiblemente uno de los mejores frontmans que podemos ver hoy día, además de contar con una voz extraordinaria. Por otro lado tenemos al legendario Max Cavalera, quien fue el padre de una de las bandas de thrash metal más relevantes de la historia, y por último está Dave Elitch… simplemente diremos que el hecho de que una persona haya cogido las baquetas con The Mars Volta es sinónimo de que tiene un gran talento.

Y bien, con esta impresionante constelación… ¿A qué suena Killer Be Killed? Pues básicamente, aunque pueda parecer redundante, a una mezcla entre Mastodon, Soulfly y The Dillinger Escape Plan. En cierto modo, este es el gran lastre que le veo al álbum, y es que servidor se esperaba algo más creativo y alejado del sonido que suelen tener en sus bandas, no un conglomerado de algunos elementos de los lugares de donde vienen. Este álbum tiene la agresividad de las partes menos esquizofrénicas de un álbum de TDEP, así como los estribillos pegadizos que tanto los caracterizan, junto al peso de Mastodon y la oscuridad y toque mecánico de Soulfly. Y esto no es algo malo, el disco es realmente tremendo, y es una colaboración perfectamente válida. Pero aunque este trabajo me guste bastante, no puedo evitar pensar que quizá podría haber sido mejor buscar una salida totalmente nueva, en la que los 4 tuvieran espacio para desarrollar ideas que no tienen cabida en sus agrupaciones habituales.

Pese a todo, asumiendo que el álbum es una especie de híbrido entre estas 3 bandas, sigo viendo una pega, y es que carece del componente The Mars Volta que debería tener. Elitch hace un buen trabajo tras el kit de batería, pero considero que está dotado para conseguir algo muy superior a lo que nos demuestra en este larga duración. Lo más destacable del redondo, además de que contiene unas composiciones increíblemente sólidas siendo obra de 4 músicos que nunca antes habían tocado juntos, es sin lugar a dudas la combinación de las voces de Puciato y Sanders. Cavalera en este aspecto queda algo rezagado, sin mucho protagonismo dado que su voz nunca ha sido motivo de admiración, pero haciendo lo que sabe en el momento adecuado y centrándose más en el apartado de las guitarras.

El disco abre con «Wings of Feather and Wax», un tema en el que lo que más destaca es el enorme estribillo. «Melting My Marrow» ofrece algo más interesante, pero ni siquiera le llega a la suela a «Snakes of Jehova», con un medio tempo destrozándolo todo y las tres voces ofreciendo una mezcla exquisita para nuestros oídos. La segunda mitad del disco es incluso mejor que la primera. «Twelve Labors» es fácilmente el mejor tema, mientras que «Forbidden Fire», el último corte, tiene un ambiente muy distinto al resto de canciones sin desentonar para nada. Mucho más calmada en sus partes tranquilas y mucho más densa en las partes más sludgies, es una de las fases más destacables de la primera entrega de esta neonata supernova. Personalmente opino que si hubieran hecho un balance más equilibrado entre este tipo de temas y los más cañeros, les habría quedado con redondo mucho más personal. De todos modos, no deja de ser una estupenda colaboración y un álbum de una muy buena calidad. Caerán sendas escuchas a lo largo del año, ¡muy recomendable!