Decia el pobre Sebastian Bach en un post online de hace unos años algo así como que para que quería tantos miles de amigos en MySpace (¿recuerdan aquella red social de diseño infame? ¿tan mal estaba el campo del diseño gráfico hace tan solo cinco años?) si luego no compraban su disco. En concreto pretendía que esas 80.000 personas que le tenían como amigo en su perfil corrieran a las tiendas a comprar su álbum. Ah, pobre Sebastian. Ahora, en Facebook, tiene 156.000 amigos. De todos modos, espero que en los cuatro años que han pasado desde la edición de su álbum previo, “Angel Down”, el bueno de Sebastian haya entendido que los amigos no significan nada en las redes sociales a la hora de vender producto. Especialmente si tu disco es poco o nada accesible para la mayor parte de gente que te recuerda de los 80 y los 90, cuando Bach era el líder de los grandes SKID ROW. Pero Bach ha aprendido al menos parte de la lección y en “Kicking And Screaming” nos presenta un trabajo solido, lejos del sonido über-metal del anterior trabajo y mucho más cercano a lo que todos recordamos de la buena época de SKID ROW. Diantres, si es que el álbum suena mejor que cualquier cosa que los teóricos SKID ROW hayan hecho en los últimos diez o doce años, especialmente si tomamos como referencia el infumable “Revolutions Per Minute” del 2005.

Parece ser que estos cuatro años girando con Axl Rose por todo el mundo como telonero o colaborador ocasional de GUNS N’ ROSES le han abierto los ojos a Sebastian. Tampoco debe apestar demasiado el tener una banda donde milita Bobby Jarzombek como baterista, el guitarra Johnny Cromatic, la jovencísima promesa Nick Sterling a la guitarra y Rob DeLuca al bajo. Especialmente la aportación de Sterling es incalculable, pues tan solo un chaval de veintiún años tiene el hambre y motivación necesarios para hacer esos riffs instantáneos, esos solos con garra y esas estructuras que alargan el brazo y te cogen del cuello. El primer tema, que también da titulo al disco, es toda una castaña de medio tiempo que te captura al instante. Tanto como “My Own Worst Enemy”, donde Bach explora tesituras agudas que parecían fuera de su rango hace tan solo unos pocos años. Es un tema de metal maidenesco-pero-contemporáneo de ese que tanto se ha puesto de moda en los últimos años con bandas como TRIVIUM y similares. No cabe duda de que alguien ha hecho los deberes a la hora de impregnarse con lo que es popular hoy en día.

Los recuerdos a SKID ROW son obvios en canciones como “Dance on Yout Grave”, que podría haber entrado tranquilamente en “Slave to The Grind”. La rockera “Caught in a Dream” tiene un toque similar en ese sentido, mientras que “As Long as I Got The Music” es más reflexiva musical y líricamente. Tres cuartos de lo mismo con “I’m Alive” y la final “Wishin’”, donde la banda explora su lado más melódico sin perder empaque. No obstante, es el hard rock de afinación baja como “Dirty Power” o “One Good Reason” lo que protagoniza los temas más brutales del disco. Si cuando actuó en España en noviembre del año pasado sorprendió por lo dinámico y potente que se había vuelto su show en directo, ahora ha sido capaz de hacer un disco de estudio que recoge ese poderío del directo.

Si SKID ROW se reúnen o no comienza a ser un asunto poco importante y eso solo pasa cuando un artista saca un disco verdaderamente bueno y da la talla. No creo que escuchando “Kicking and Screaming” nadie quiera que se materialice una inmediata reunión de la vieja banda. ¿Para qué?

Sergi Ramos (sergi@themetalcircus.com)

Grupo:Sebastian Bach

Discográfica:Frontiers Records

Puntuación:9.5

Canciones:

  1. Kicking And Screaming
  2. My Own Worst Enemy
  3. Tunnelvision
  4. Dance on your Grave
  5. Caught in a Dream
  6. As Long As I Got The Music
  7. I’m Alive
  8. Dirty Power
  9. Live The Life
  10. Dream Forever
  11. One Good Reason
  12. Lost In The Light
  13. Wishin’

Año:2011