Atheist: Jupiter

Que los norteamericanos ATHEIST publiquen en estos días su disco de retorno tras 17 años en el dique seco no debería sorprender a estas alturas a nadie, puesto que –por lo menos en materia de directo- ATHEIST ya llevan unos pocos años girando por ahí y sobretodo tocando en festivales por todo el mundo para el gozo y disfrute de sus seguidores. Por todo ello, era lógico pensar que tarde o temprano entrarían al estudio para dar vida a su cuarto trabajo de estudio, el primero desde que la banda abandonara la escena con el rabo entre las piernas a causa de “Elements”, un disco hiper extraño donde la banda de Florida intentó mezclar el Metal con el Jazz e incluso la Samba con sonados resultados.

Está claro que de los errores se aprende y ATHEIST han vuelto con la lección bien aprendida: puedes hacer todos los experimentos que quieras, pero no olvides que al fin y al cabo detrás de todo esto hay un público que debe o no comprar el disco y que no siempre está preparado para según que bizarradas. De este modo, los ATHEIST actuales han sabido capturar la esencia de sus 2 primeros discos (“Piece of Time” y “Unquestinable Presence”) –más del segundo que del primero por eso- añadir algún que otro deje un poco más moderno del tipo Metalcore/Deathcore, muy sutil por eso, y presentárselo en bandeja a sus seguidores y sobretodo a las nuevas hornadas de fanáticos del progresivo que nunca antes habían siquiera oído hablar de esta legendaria banda hasta que Relapse Records decidiera reeditar el viejo fondo de catálogo del grupo allá por el 2005.

Si bien, como les decía, “Jupiter” no logra tener la agresión/Brutalidad de “Piece of Time”, por lo menos se mueve en las mismas coordenadas que “Unquestionable Presence”, es decir, mostrando ese equilibrio entre caña y tecnicismo donde sendas facetas conviven de forma armoniosa y ninguna pisa a la otra.

De cualquier modo, éste no es un trabajo apto para todos los públicos. Kelly Shaefer, que de esto sabe un rato, se ha estrujado los sesos para crear composiciones extremadamente complejas donde apenas se repiten estructuras y donde los patrones y standards musicales son transgredidos continuamente. Aunque bien pensado, ¿No es eso lo que los seguidores de ATHEIST precisamente buscan?. Pues eso, un disco hecho a medida de lo que se esperaba, ni más ni menos.