Sacred Steel: Iron Blessings

Aún recuerdo como si fuera ayer el momento en el que, encandilado por una crítica leída en cierta revista metálica, acudí a mi tienda de discos habitual para hacerme con una copia del disco debut de estos germanos, “Reborn in steel”, publicado allá por el 97. Debido a la inexistencia de internet uno no podía contrastar opiniones y tocaba fiarse de las 3 revistillas de turno que todos conocemos. El caso es que al llegar a casa y colocar el Cd en mi minicadena aquello que empezó a sonar no se parecía, en nada, a lo que me habían intentado vender en susodicha revista. Tras unos pocos minutos escuchando “Reborn in steel” las carcajadas empezaron a aflorar de mala manera, Gerrit P. Mutz y sus cuerdas vocales tenían la culpa de que mi mandíbula se desencajara por completo.

Bien pues, 7 años transcurridos, la situación se repite y no puedo evitar soltar una ligera sonrisa nostálgica, ¿Pero es que no se dan cuenta de que la voz de este tipo es harto ridícula?, ¿Recordáis al malogrado Anton Maiden? Pues al caso algo muy similar.

Siempre lo he pensado, SACRED STEEL poseen una música devastadora, true power metal con tintes speed y algunos toques épicos propios de MANOWAR o incluso del thrash/death, hasta aquí todo bien, sin embargo el problema reside en la voz de este señor, desastrosa de veras. No le imprime ningún tipo de ganas, parece como si estuviera continuamente hablando, para más INRI, fuera de tono siempre. Sus únicos momentos de lucidez se dan cuando le da por meter voces death metal, al menos éstas dan el pego.

Desde los tiempos que escuchara su debut no les volví a prestar la más mínima atención (salvo las 2 veces que tuve que verles en directo) por lo que desconozco qué contienen sus 3 álbumes intermedios. De cualquier forma no creo que su evolución haya sido muy marcada, los 5 miembros de SACRED STEEL siguen siendo los mismos y cualquier tema de “Iron Blessings” podría haber entrado perfectamente en aquel lejano “Reborn in steel”.

La intentona de forjar un Lp de true power metal les habría salido perfecta si hubieran tirado de un cantante más apto, de hecho poseen la fuerza a nivel de producción que les faltó a HAMMERFALL en su magnífico debut “Glory to the brave” para convertirlo en más clásico de lo que ya de por sí fue.

Los temas recuerdan mucho al debut de los suecos; grandes riffs, solos y melodías completamente desmerecidas por el timbre de pato castrado del señor Gerrit P. Mutz, lo siento, pero es que esto por momentos es demencial.

Dudo mucho que mi opinión personal sobre este grupo llegue a cambiar nunca. Su música es asombrosamente efectiva y de no ser por la malograda voz de Gerrit, la puntuación de “Iron Blessings” habría subido cuantiosamente. Creo que estos chicos deberían replantearse ciertas cosas si quieren aspirar a algo y ello pasa por cambiar inmediatamente de cantante.