After Forever: Invisible Circles
Por fin tenemos entre manos el tan ansiado tercer disco de la banda liderada por la carismática Floor Jansen.
He de decir que mi inquietud ante la salida de esta obra era evidente, pues los dos álbumes anteriores del grupo fueron auténticas maravillas, consistentes en un gothic metal de increíble factura sazonado con influencias heavy y black que los hicieron desmarcarse de la repetición de cánones imperante en la escena. Dos joyas en las que las riendas eran llevadas por la magnífica voz de Floor, de la que hablaré más adelante, y el buen quehacer compositivo de Mark Jansen, guitarrista del grupo. Después de estas dos ediciones, Mark partió peras con el resto del grupo e inició una nueva andadura por su cuenta formando Epica. ¿Volverían a editar los holandeses otra obra maestra a pesar de su marcha?
Tras un escueto Ep aparecido hace unos meses en forma de avanzadilla de nombre “Exordium” que contenía tres canciones nuevas, dos versiones (una de ellas el “The Evil that Men Do” de Iron Maiden) y una intro, aquí tenemos el nuevo plástico y, por ende, la respuesta.
Tras una intro en la que escuchamos unas voces de niños acompañados por un teclado entramos de lleno en el primer tema de nombre “Beautiful Emptiness”, en el que, como no podría ser de otra forma, se me caen los cojones al suelo al toparme con la voz de Floor Jansen, a pesar de que tan sólo muestra una pequeña parte de sus múltiples cualidades. Veamos, desde hace ya algún añito tengo bien claro que esta chica es la mejor cantante femenina de metal existente sobre la faz de la tierra. Mis razones tengo: Floor puede tanto cantar en tonalidades operísticas y de soprano con toda la naturalidad del mundo como subir hasta registros increíblemente agudos sin forzar en ningún momento, modulando, asimismo, muy bien su voz en tonos medios. Y por si la increíble versatilidad de su voz no fuera ya suficiente, ésta resulta ser, para colmo, embriagadora y dulce a la par que potente. Para más inri, en directo supera en muchas ocasiones los registros de estudio, como ya demostrara en la gira que hizo el grupo junto a Nightwish hace un par de años. Habrá quien defenderá a ultranza a Tarja Turunen como poseedora de la mejor voz femenina del metal de última hornada, a pesar de que para mí es una voz con unos registros casi exclusivamente operísticos acompañados por una banda de metal, así como habrá quien alucine por encima de todo con la dulce voz de Cristina Scabbia de Lacuna Coil. Pero bueno, los gustos son como los culos: todo el mundo tiene uno.
Siguiendo con el disco, este segundo corte también incluye los gruñidos del guitarrista Sander Gommans, unos violines realmente bellos y unos teclados envolventes apoyados por coros que dotan al tema de una gran majestuosidad. El tercer corte del disco lleva por nombre “Between Love and Fire” y en él encontramos la voz de la cantante doblada en varios momentos por la voz gutural de su compañero de grupo. Un tema que no está nada mal: vuelven a aparecer teclados haciendo de colchón y algún que otro punteo de guitarra, así como los omnipresentes coros (compuestos por bajo, tenor, alto y soprano).
Los siguientes temas también siguen estos parámetros pero… detengámonos aquí. No encuentro ese “algo” que encontraba en los dos discos anteriores, esa magia que hacía que las composiciones fueran especiales. Han disminuido drásticamente las agraciadas melodías arabescas que tan del agrado de Mark Jansen eran (tan sólo podremos apreciarlas en el tema “Through Square Eyes”), así como algunos cambios y contratempos melódicos que adornaban las composiciones de antaño. Es decir, las composiciones son buenas, ricas en matices y los temas están muy bien tocados, pero falta ese despunte de genialidad que va más allá de la calidad. O por lo menos, eso me pareció en un principio.
After Forever, desde mi punto de vista, no han podido continuar con el legado de sus dos anteriores discos, pero la cosa no es tan sencilla. Han gestado una obra de una calidad que sigue estando muy por encima de la media. La voz de Floor, aunque sigue siendo inconmensurable, ha perdido algunos matices y los toques de black metal prácticamente no hacen acto de presencia en todo el disco, echándose en falta alguna composición como “Mea Culpa” de su primer disco “Prison of Desire”. En ese sentido, tan solo “Blind Pain” aporta la vertiente más agresiva al álbum. Por otra parte, eso de meter un diálogo en medio de una canción como sucede en “Sins of Idealism” encuentro que entorpece sobremanera la composición, pero bueno, son algunas de estas cosas lo que tienen los discos conceptuales (todas las canciones describen el mundo visto a través de los ojos de una niña a medida que va creciendo). En contrapartida, es menester destacar que la conexión entre las letras y la música está más que lograda, algo importantísimo para cualquier obra conceptual.
Por lo tanto, ¿se ha producido una caída en picado con este disco? Ni mucho menos. A pesar de la férrea e injusta comparación que he establecido con los discos anteriores (soy así de malo) esta obra es a todas luces bella, muy bella. Invisible Circles tiene el gran don de suplir algunos de los rasgos más característicos de las anteriores obras del grupo por otros medios. Se os pondrá el corazón en un puño cuando escuchéis las melodías vocales del tema “Digital Deceit” o las guitarras acústicas acompañadas por la sinuosa voz de Floor en el tema “Through Square Eyes”, sin duda uno de los mejores del disco, en el que se dan cita musculosas orquestaciones, melodías arábigas, agresivos riffs entrecortados, dulces crescendos vocales y los gruñidos del cabreado Gommans dando la contrapartida a la dulce voz de nuestra diva. O qué decir de “Reflections” donde encontramos todas las características ya aparecidas en otras canciones reunidas con clase, de forma bella y homogénea, a las que hay que sumar la voz limpia del guitarrista Bas Maas y un conciso solo de guitarra (bastante inusual en la banda). De hecho, algunas de los melodías que ya aparecían en temas anteriores vuelven a aparecer aquí de forma fugaz interpretadas por otros instrumentos (recordemos que se trata de un disco conceptual), creando una sensación especial. El tema que cierra el disco (“Life’s Vortex”) tampoco tiene desperdicio, en gran parte gracias a unas orquestaciones y coros que harán que a más de uno se le pongan los pelos como escarpias. Las canciones, en definitiva, dan como resultado una mezcla muy equilibrada donde quizá prima más la ampulosidad que las atmósferas, en contra de lo que nos venían acostumbrando. Y, siendo objetivos, esto no es ni mejor ni peor, simplemente diferente.
La producción es prácticamente perfecta, todos los instrumentos están a su justo nivel y los arreglos orquestales son atronadores. Como en anteriores discos, participa una sección de cuerda de 5 miembros (2 violines, 1 viola y 2 cellos) en todas las canciones.
Es importante destacar que el disco viene presentado en un agradable formato digibook en el cual se incluye un completo libreto con fragmentos de diario que ayudan a dar cohesión a la historia y a las canciones.
Para finalizar, he de hacer hincapié en que este disco me decepcionó bastante en una primera escucha, pero que me ha ido enganchando progresivamente hasta cambiar considerablemente mi punto de vista. Insisto en que belleza es la palabra. Quizá no sea lícito comparar este álbum con los anteriores. No estará la mano de Mark Jansen , pero After Forever tienen otros ases en la manga. Por lo tanto, no dudéis en darle más de una oportunidad, esta gran obra lo merece.
Penumbra
Grupo:After Forever
Discográfica:Transmission Records
Puntuación:8
Canciones:
- Childhood in minor
- Beautiful Emptiness
- Between Love and Fire
- Sins of Idealism
- Eccentric
- Digital Deceit
- Through Square Eyes
- Blind Pain
- Two Sides
- Victim of choices
- Reflections
- Life’s Vortex
Año:2004
Votación de los lectores:7.81482
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