Vanishing Point: In Thought

La compañía alemana Dockyard 1 reeditó hace pocos meses el primer disco de
la banda australiana Vanishing Point, uno de los máximos exponentes del heavy
metal en su país, aprovechando el tirón que ha tenido su último disco “Embrace
the Silence”, que cosechó unas excelentes críticas por doquier, y como aperitivo
antes de su nuevo CD, con fecha de salida en septiembre. Desde que viera la
luz este primer disco han pasado ya casi diez años y eso se nota en todos los
aspectos: complejidad de las canciones, calidad en la interpretación, sonido
del disco…

No obstante en todos estos años sólo ha habido un cambio en la formación de
la banda, con el reemplazo del bajista Joe del Mastro por parte de Steve Cox
hace menos de un año. Eso quiere decir que la evolución musical del grupo se
ha debido a la consolidación del grupo, a los años de experiencia y a aprender
de los errores. Nada de ello hubiera sido posible sin constancia y sin el correspondiente
apoyo de la compañía discográfica, situaciones ambas que suelen escasear por
estos lares. Toda esta pesadísima introducción no sirve más que para justificar
que si bien Vanishing Point ha alcanzado una merecedia fama allende sus fronteras,
teloneando a Gamma Ray y Black Label Society y actuando en escenarios como
Wacken, este primer disco suyo es en comparación bastante flojito.

Para empezar está el sonido del disco, que no estaría de más que le hubieran
dado un buen lavado de cara. De hecho, aunque todo suene en su sitio, le quita
bastante peso a las canciones, que suenan algo planas. La caja de la batería
está algo tapada, mientras que el hi-hat esté quizá con el volumen demasiado
subido. De todas formas son sólo detalles que se quedan sin importancia si
las canciones valen por sí mismas. Y es aquí donde el asunto empieza a flojear.

A estos primerizos Vanishing Point se les ve todavía muy verdes, aunque con
buenas ideas, eso sí. Apuntan bien con el primer corte, “The Only One”, y consiguen
hacer buenas canciones como “Company of Darkness”, precedida de una excelente
intro de teclado muy atmosférica. Sin embargo el resto del disco, incluyendo
la balada de rigor (“A memory”) se queda corto de calidad, las melodías no
llegan a enganchar del todo y a uno se le queda la impresión general de que
a estos cinco tipos les falta un hervor. Hervor que por otra parte les llegó sobradamente
con sus otros dos discos, “Tangled in Dream” y “Embrace the Silence”, donde
maduran su sonido derivándolo hacia corrientes más powermetaleras y progresivas,
y dejando un poco de lado la vena de tipo más hard rock que preside este álbum.

Si te gusta esta banda y aún no conoces su debut deberías darle una escucha,
tiene algunos detalles que se exprimen en posteriores trabajos que pueden gustarte.
Además incluye dos videoclips: “Forgotten Self” y “Only One”. De todas formas
es un disco que mirado por sí solo y con lupa, se queda a años luz de los grandes
del género. Luego maduraron y actualmente están en la cresta de la ola. Quién
sabe a cuántas bandas españolas ignoradas o que tiraron la toalla antes de
tiempo podría haberles pasado algo parecido.