Yes: In the Present Live From Lyon

No va a ser el directo de Yes que pase a la historia, evidentemente, pero sí que era necesario para demostrar a todo el mundo que su nuevo cantante Benoit David es un sustituto casi perfecto para el enorme Jon Anderson. El parecido de las voces es asombroso y la banda sigue estando excelsa y a un nivel superior en lo instrumental, pero evidentemente sus grandes directos con el line up original son superiores a este. Mención aparte posee el DVD, que es más un complemento que el audio con bellas imágenes. Temas recortados, entrevistas y un minutaje corto lo hacen pieza de coleccionista y poco más. En cuanto al set list tampoco hay grandes sorpresas aunque sí que se cuela algún tema que sus fans recibirán como agua de mayo. También es ideal para tener un bonito recuerdo de su última gira.

El libreto es austero, la verdad. Cuatro únicas páginas con fotos individuales y una de grupo sobre el impresionante escenario de la última gira. El sonido es pulcro y perfecto, destacando especialmente la celebérrima “Owner for a Lonely Heart” y la colosal “Starship Trooper” que finaliza el concierto. Los teclados de Oliver Wakeman sobresalen si bien ahora le vamos a echar de menos pues ya no está en el seno del grupo. Bonitas harmonías vocales en “South Side of the Sky” (exelentes como siempre Howe, y Squire) y rutilante demostración instrumental en “Roundabout”, uno de esos cortes casi perfectos. La presencia del público es de respeto profundo pero se hacen notar más allá de los aplausos entre tema y tema.

Grandísima interpretación de “Machine Messiah” con ese intrincado inicio que es pura elegancia, y enormes también las iniciales “Siberian Khatru” y las melodías vocales de “Ive Seen All Good People”. Yes siguen siendo Yes, y eso es inmutable. Siguen construyendo en directo esos temas mastodónticos que tienden puentes y escaleras hacia arriba y en los que es un placer sumergirse. El peso de la leyenda es evidente, por mucho que Jon Anderson no esté todavía en sus filas. Hay un solo de guitarra acústica por parte de Steve Howe. Siempre con una clase superior. La luminosa y coral “Tempus Fugit” atrapa y brilla con la combinación de voces. Los instrumentos van dibujando melodías que te sumergen en ese mundo tan particular y singular que crean y que tan bien representan sus portadas. Destacar también la templada y exquisita “And You and I”. Puro feeling, con ese canon a voces espectacular.

A pesar del nuevo cantante la banda sigue sonando a Yes por los cuatro costados y la leyenda continua. El artwork del libreto es tan clásico que parece repetido y todos los clichés esperables están en este producto. El concierto de Lyon de 2009 da buena cuenta del presente de Yes, un grupo que sigue muy vivo. Quizá su última obra no enganche como sus clásicas, pero si tiran de fondo de armario siguen enamorando. Aquellos que pudieron asistir al concierto de Barcelona (entre los cuales no me cuento) hablaron maravillas de él. Los que no estuvimos, se nos pondrán los dientes largos escuchando este directo. Y sí, Benoit Benjamin funciona…