Firewind: Immortals

Si por algo se caracterizaban los temas de Firewind en discos anteriores era por responder a los arquetipos del power metal pero siempre un poco demasiado autoindulgentes. Ahora nos encontramos con un disco más cercano y hecho para agradar a un público algo más amplio.

Puede que el auge del power metal haya pasado de largo, pero gente como Gus G siguen empeñados en mantener la llama viva. El guitarrista griego, habitual de la banda de Ozzy Osbourne y todo un currante sin remedio, vuelve nuevamente a atacar con un disco de Firewind en el que recupera a otro vocalista de power de pura cepa, el alemán Henning Basse (que ya militó en Metalium a finales de los 90, en plena eclosión del género). Habían pasado cinco años desde que editó “Few Against Many”, aunque Gus se ha aburrido poco en este tiempo. De hecho, las ideas que forman parte de “Immortals” se comenzaron a gestar junto a Dennis Ward en 2009 y han sido el origen de algunas de las canciones de este disco que ahora llega a nuestras manos. Es más, Ward ha sido el co-productor, ingeniero y mezclador del disco, demostrando que Gus no tiene miedo a darle las llaves del coche a otras personas si el resultado va a ser descubrir nuevos territorios.

Si algo se puede decir de “Immortals” es que es mucho más melódico que su predecesor, pese a mantener la esencia del speed metal más duro. En canciones como la inicial “Hands of Time” se nota que los estribillos están planteados para que tengan gancho. El riff de “Back on the Throne” tiene un deje al de “Bark at the Moon” de Ozzy, con un deje hard rockero que la hace muy apetecible.

Si por algo se caracterizaban los temas de Firewind en discos anteriores era por responder a los arquetipos del power metal pero siempre un poco demasiado autoindulgentes. Ahora nos encontramos con un disco más cercano y hecho para agradar a un público algo más amplio. “Live and Die By The Sword”, con su estribillo grandilocuente, es un buen ejemplo de ello. Obviamente, no falta la caña y la velocidad en canciones como “Warriors and Saints” o “We Defy”, pero la tónica general del disco es aperturista.

“Immortals” es también una suerte de disco conceptual, centrado en dos batallas de la historia de la Grecia clásica, la de las Termópilas y la de Salamina, algo que según el propio Gus les ha supuesto un pequeño reto a la hora de dar forma a las letras del disco.

La portada ha sido una vez más obra de Gustavo Sazes, que ha hecho un trabajo épico, casi tanto como la mayor parte de la música que contiene el disco que adorna. Un buen trabajo para afianzar el futuro, atendiendo a que el próximo disco y gira de Ozzy Osbourne se rumorea que serán los últimos de su carrera, lo que dejaría a Gus sin uno de sus grandes “clientes”.