Overkill: Immortalis

Justo 2 años y medio después de su anterior trabajo, OVERKILL vuelven a la carga con su decimoquinto trabajo de nombre “Immortalis”, prosiguiendo así con su particular cruzada publicando discos como rosquillas.

Las vibraciones que tengo con este “Immortalis” son las mismas que las que he tenido con sus últimos 6 discos. “W.F.O.” me introdujo en el fabuloso mundo de OVERKILL a muy tierna edad y gracias a él descubrí sus obras anteriores, supremas e intachables. Pero a partir de ahí, OVERKILL para mi han sufrido un bajón considerable. Exceptuando “Necroshine” y quizá su anterior “ReliXIV”, el resto de material editado por OVERKILL parece cortado por el mismo patrón y sacado de las mismas sesiones de grabación. Difícil resulta encontrar temas que vayan a convertirse en clásicos instantáneos. Muy difícil. En este caso, encontramos piezas como la feroz “Devils In The Mist”, la rockera “Walk Through Fire” o la pausada “Hell Is”, entretenidas, pegadizas y que seguramente gustarán, pero el resto, pasa bastante desapercibido.

Mención a parte merece “Overkill V… The Brand”. Como los fans de los de NY sabrán, OVERKILL en sus 4 primeros discos solían incluir la clásica pieza de nombre “Overkill”, que tuvo continuación hasta “The Years Of Decay”, donde “E.vil N.ever D.ies” (END) cerraba la saga. Han tenido que pasar pues casi 20 años para que D.D. y Bobby retomen dicha saga, tanto a nivel lírico como musical pues “Overkill V… The Brand” es de lejos, de lo mejorcito del disco, precisamente porque te traerá recuerdos pasados (y mejores) a la mente.

El gran problema de los OVERKILL actuales no reside tanto en el estilo que practican sino en la falta de ideas. Su Thrash está repleto de groove y eso no es malo. De hecho “Horrorscope” es uno de sus discos más groovies, y también de los mejores. Pero ahí, igual que en sus predecesores “Taking Over”, “Under The Influence”, “The Years Of Decay” o “W.F.O” sin ir tan lejos, había canciones memorables, temas que uno recuerda, escucha con asiduidad y tararea de tanto en cuanto. En “Immortalis”, exceptuando 3 o 4, poco más hay.

Desconozco cual debería ser la solución al problema, o al menos, a lo que yo considero que es un problema, pues estoy seguro que habrá gente que degustará este trabajo y no verá problemática alguna. Más hiriente es el asunto cuando uno comprueba que ni el hecho de tener una formación ya longeva (Exceptuando a su nuevo batería) o el haberse tirado 30 meses para sacar material nuevo, ayuda en absoluto.

No me malinterpreten, “Immortalis” se deja escuchar y gustará, pero para los que conocemos ampliamente la carrera del grupo afincado en NY, sabe a poco, sobretodo si uno mira para atrás. Quizá una llamadita de teléfono a sus antiguos colegas Rat Skates, Sid Falk o Bobby Gustafson podría arreglar las cosas, quién sabe. Mientras eso no sucede –pues dudo mucho que pueda llegar a acaecer algún día- me conformaré con saborear sus descargas en directo donde ahí sí que dan el do de pecho en cada una de las veces que he podido verles (Que por suerte, han sido unas cuantas).