Estos suecos eclécticos y atrevidos vuelven tras tres años de parón con un nuevo disco en estudio. Son ya ocho compactos editados y una larga carrera iniciada en 1990. A mediados de los años 2000 el grupo decidió separarse de forma puntual. “Illwill” es el segundo disco aparecido tras su parón. A decir verdad esta gente evoluciona a pasos agigantados disco a disco y a veces uno cree que se reinventan cada vez que se meten en la sala de ensayo para grabar nuevos temas. Muy atrás quedan pues esos inicios e incluso esos sonidos sedosos y elegantes. En “Illwill” todo es directo, crudo e instantáneo. Pero engancha de veras… Muchos apuntan a que la causa de todo ello es porque su compositor, Daniel Brennare, compuso el disco estando gravemente enfermo.

Las tareas de composición han sido muy cuidadas y los estribillos, líneas vocales, coros e instrumentaciones han quedado perfectas muy a pesar de alejarse tanto de sus anteriores obras. “Floating in Darkness” y la homónima “Illwill” son ásperas y rasgadas, y más, todo ello acentuado por una gran producción que así lo beneficia todo. Riffs básicos, un enorme protagonismo por parte de la base rítmica. Espectacular el sonido de la batería de Johan Oudhius. “The Hating” y “Parasite” se acercan sin miedo a sonidos de la NWOBHM, a caballo sobre un riff abrasivo de guitarra, similares a los que practican los también suecos Wolf. Pero si hay que destacar un tema por encima del resto, este es sin duda “Out of Control”, hímnica, pegadiza, directa, simple y oscura. Refleja perfectamente la nueva orientación del combo, y es hasta comercial, pero el estribillo es pegadizo a más no poder. Ideal para el directo.

Lo de la inmediatez lo llevan al extremo en esos cortes que apenas llegan a los tres minutos de duración, muy oscuros, y siempre sin la necesidad de incluir los teclados de antaño. Destaca la voz rasgadísima y el estribillo de “Taste of Hell” y la final “Midnight Madness” que incluso llegan a acercarse a los últimos trabajos de Dark Throne, a los últimos de Sentenced o a los primeros discos de Moonspell. Una mezcla sumamente interesante. Rompiendo el ritmo aparece “House of the Setting Sun”, un corte más meloso, cercano a la balada pero que mantiene toda la oscuridad que desprende este disco. Brennare canta en registro limpio, pero suena agónico y dolorido. De lo mejor del disco. 100% Moonspell es la gótica “Behind the Green Door”, dando su cantante toda una lección de voz versátil.

Interesantísima nueva orientación por parte de Lake of Tears, un grupo que no ha logrado nunca ese reconocimiento que siempre mereció pro que siempre le ha sido esquivo. Oscuridad, crudeza y un estilo a medio camino entre la NWOBHM y el black metal. Son muy pocas las bandas que se atrevan a cambiar su sonido en cada disco y salen airosas, así que el mérito de Lake of Tears es mucho. Gustará a todo tipo de públicos y os aseguro que el disco engancha desde la primera escucha. El arte de la portada refleja perfectamente el contenido del disco a pesar de que está sumamente influenciada por las de Amorphis.

Jordi Zelig Tàrrega

Grupo:Lake Of Tears

Discográfica:Dockyard1

Puntuación:8

Canciones:

  1. Floating In Darkness
  2. Illwill
  3. The Hating
  4. U.N.S.A.N.E.
  5. House Of The Setting Sun
  6. Behind The Green Door
  7. Parasites
  8. Out Of Control
  9. Taste Of Hell
  10. Midnight Madness

Año:2011