Inglorious: II

Excelente continuador de su anterior obra. Con este “II” el grupo de Nathan James eleva un poco más el listón y se presenta como una de las bandas con más futuro de la escena actual. Nivel general muy alto con un excelente trabajo de composición que queda repuntado por la impresionante garganta de su vocalista.Suenan clásicos, muy ingleses pero también actuales. El tiempo dirá, pero puede que estemos ante una banda destinada a hacer cosas muy grandes.

Desde que vi a Nathan James en directo con la Trans-Siberian Orchestra que considero que estamos ante un vocalista capaz de marcar época dentro del rock. Parece que con Inglorious la cosa no va mal pues este segundo disco sigue la estela de su antecesor. Mantienen ese sonido mezcla de Whitesnake con los Scorpions de los 70 y la verdad es que vuelven a ofrecer una gran colección de temas compactos y pegadizos. Puede que incluso eleven un poco el nivel de lo ofrecido en su ópera prima. Una de las claves es el haber mantenido, más o menos, a la misma formación, que acompañando a The Winery Dogs dejó un gran sabor de boca a los asistentes. Hard rock 70ero con influencias claras pero con su sello personal y sonando tremendamente actuales.

Producción pulcra con aires vintage y un “I Don’t Need Your Loving” que suena como si en un tema de Uli Jon Roth cantase David Coverdale. Las demostraciones vocales son constantes y excesivas con subidas y bajadas repletas de clase y al alcance de muy pocos. Pero afortunadamente no es un disco sólo para lucir cantante y sí hay esmero y calidad en composición. “Taking the Blame” tiene una base muy Deep Purple atacando el hard rock por la vertiente inglesa. Feeling y groove en “Tell Me Why” y el single evidente es “Read All About It”. Riff de la escuela Zeppelin y poderío vocal rematado por un estribillo que engancha a la primera. Los temas no son muy largos y no se pierden en excesos técnicos. Van todos a por la canción destacando la potente base rítmica formada por la batería de Phil Beaver y el bajo de Colin Parkinson.

El medio tiempo del disco lo pone “Change Is Coming” con un bajo dominante y presente. Tiran de coros dando la réplica a la potencia de la bestia rubia. Le va a la zaga “Making Me Pay”, algo más dulce y calmada, aunque realmente echo en falta más baladas a sabiendas del elevadísimo nivel que consigue James con las de la Trans-Siberian Orchestra. Sólo en “Faraway” explotan esta vertiente a acústicas. En “Making Pay” hay unos juegos vocales finales rotundos en los que el rubio cantante demuestra por qué muchos le consideramos el mejor vocalista del hard rock actual. “Hell or High Water” es el otro single claro del disco, cálida y pegadiza, con otro groove que enamora. Buen papel de Andreas Eriksson en la guitarra solista de “No Good for You”. La cadenciosa “Black Magic” también posee mimbres de single. Aura mística con guitarras trabajadas y buena línea vocal. Pero personalmente me quedo con el tema que cierra el disco: “High Class Woman”, quizá el más Whitesnake de todos. Festivo, con un gran riff y con Nathan desatado. El agudo final es toda una declaración de intenciones. No tengáis dudas de que en directo será capaz, ya no de hacerlo, sino de adornarlo y alargarlo.

Excelente continuador de su anterior obra. Con este “II” el grupo de Nathan James eleva un poco más el listón y se presenta como una de las bandas con más futuro de la escena actual. Nivel general muy alto con un excelente trabajo de composición que queda repuntado por la impresionante garganta de su vocalista. Pronto vamos a tenerlos en el Azkena y veremos qué tal funciona este material en directo. Feeling e influencias claras aunque con el logro de sonar bastante personales y propios. Suenan clásicos, muy ingleses pero también actuales. El tiempo dirá, pero puede que estemos ante una banda destinada a hacer cosas muy grandes.