Children Of Bodom: I Worship Chaos

Los ya no tan niños CHILDREN OF BODOM parecen ir en busca de una segunda juventud. En “I Workship Chaos” hay temas de los mejores Bodom, pero hay momento que rompen la harmonía del cd y hacen arrastrar la calidad del material. Nadie negará que es un disco que entra a la primera, con fácil directo y que hace recuperar la fe en la visión que atesora la banda.

En la ciudad de Espoo uno de sus niños tenía sueños lejos de lo que estamos acostumbrados a oír hablar. Sin dejarse llevar por modas de ser futbolista o doctor el joven Alexi Laiho, con un talento a la guitarra por encima de su edad, reunió un grupo de amigos y fundó un grupo de música. Ellos eran CHILDREN O OF BODOM. El éxito no tardó en llegar y por ello acapararon numerosas portadas de medios gráficos. La visión que poseían junto a su juventud hizo que muchos jóvenes, y no tan jóvenes, se fijaran en la banda.

La virtuosidad se ha mantenido todos estos años, pero las ideas tal vez pudieron flaquear y caer en el desuso. Con “Halo Of Blood” parecía que el viento del lago Bodom volvía a soplar y ya con “I Worship Chaos”, el noveno trabajo de la banda de Alexi Laiho, ese aire regenerado se mantiene e incluso se supera.

El nuevo trabajo llega con una novedad que no hubiese gustado dar: la salida de Roope Latvala de la banda. En teoría la triste noticia no influyó en el proceso de composición, grabación y producción del disco; el material ya estaba finiquitado cuando todo salió. Centrándonos en la reproducción: “I Hurt” abre el disco con una introducción trepidante y un cuerpo totalmente de la marca de los de Espoo. Se inicia una bajada con “My Bodom (I am The Only One)” y se acentúa con “Morrigan”, siendo esta última una desafortunada elección como single en comparación a otros temas que atesora el trabajo; por suerte la caída libre queda rota por la electrizante “Horns”. La lentitud de “Prayer For The Afflicted” queda olvidada rápidamente gracias a “I Worship Chaos” y su poder.

Destellos de calidad deslumbran en algunos momentos de lo transcurrido en la reproducción. Solo realmente cuando entran en juego las guitarras y el teclado, la calidad de la canción resurge alcanzando a las nubes.

Volviendo a lo que interesa, “Hold Your Tongue” tiene una melodía muy alegre y pegadiza, por encima de la media, para ser creación de CHILDREN OF BODOM. La potencia no decrece gracias al poderoso riff de guitarra de “Suicide Bomber”, pero queda totalmente desdibujada por culpa de “All For Nothing” (nunca un nombre había sido tan acorde para el funcionamiento de la canción). Acabamos por todo lo alto gracias a “Widdershins” que, sin destacar, da un final digno al nuevo trabajo de los de Finlandia.

Los ya no tan niños CHILDREN OF BODOM parecen ir en busca de una segunda juventud. En “I Workship Chaos” hay temas de los mejores Bodom, pero hay momento que rompen la harmonía del cd y hacen arrastrar la calidad del material. Nadie negará que es un disco que entra a la primera, con fácil directo y que hace recuperar la fe en la visión que atesora la banda. Veremos que tal en otoño cuando nos vengan a visitar.