Scorpions: Humanity – Hour I

Cuando se menciona, aunque sea de la manera más remota posible, una actualización en el sonido de los alemanes SCORPIONS, los recuerdos horrendos de aquel “Eye II Eye” invaden la mente de cualquier fan. Un disco que marcó un antes y un después en el pasado reciente de los de Hannover por su escasa calidad y la manera en que alienó a algunos de sus fans de toda la vida, casi al estilo de lo que “Load” hizo para METALLICA en su momento. Pero con el tiempo, el recuerdo de ese “Eye II Eye” editado en 1997 ha pasado a ser casi anecdótico. Hasta que alguien mencionó “modernización” antes de la edición de “Humanity”. “Oh, no” pensaron algunos fans. Pero en el fondo no hay nada que temer. SCORPIONS no han perdido la cordura. Y si la hubieran podido perder en algún momento, Desmond Child se habrá ocupado de que eso no suceda.

Es cierto que el sonido de la banda en “Humanity Hour 1” se ha modernizado respecto a lo que nos mostraron en “Unbreakable”. Si el segundo era un recuerdo a los SCORPIONS del pasado, el primero es una vista previa de lo que pueden ser SCORPIONS en años venideros. Y, a decir verdad, no está nada mal. Dejando a un lado la influencia que el infalible señor Child pueda haber tenido en el gancho comercial de muchas canciones del disco, el leve giro sonoro que ofrecen los alemanes en éste disco es poco menos que agradable al oído. Rock moderno, afinaciones más bajas, temas que – por momentos- son algo oscuros, pero ya se sabe que SCORPIONS siempre han sido una banda comprometida con lo que les rodea, y la situación mundial actual no está como para componer himnos de la alegría.

Para ponernos en situación, lo mejor hacer una primera escucha sin demasiados prejuicios. Sin intentar buscar la comparación con “Crazy World” o “Love at First Sting”, pues no la hay. Observaremos cambios, pequeñas modificaciones, pero también encontraremos momentos muy familiares, una voz en plena forma y riffs que hace mucho tiempo que no salían de la factoría de los Scorps. A partir de la segunda escucha podemos comenzar a disfrutar como posesos. El inicial “Hour I” es macarra a la par que actual. El riff y el estribillo principal son arrogantes pero instantáneamente adorables. En pocas ocasiones un tema que abre un disco es tan explicativo del contenido de las siguientes pistas. Hay melodía, porque no puede faltar, pero también hay una cierta cantidad de violencia, de excelencia instrumental, de innovación y de nostálgia. El disco sigue adelante con la hard rockera “The Game Of Life”, con un riff “made in Schenker” que podría haber salido directamente de 1984. Contrasta con la pesimista “We Were Born To Fly”, donde SCORPIONS combinan el dramatismo instrumental con la proverbial voz melódica y delicada de un Klaus Meine que mejora años tras año. El estribillo es, nuevamente, muy pegadizo y pese al tono apocalíptico, la canción se engancha rapidamente a tu espalda y cuesta quitartela de encima.

El nudo del disco nos ofrece baladas como “The Future Never Dies”, con un preciosista trabajo de piano como elemento más destacable, o piezas rockeras e inevitablemente típicas como “You’re Lovin’ me to Death”, donde podemos recordar a los SCORPIONS más clásicos con una melodía realmente clásica en el estribillo. La modernidad vuelve con “321”, aunque el tema podría considerarse como de los menos afortunados del disco, pese a que por algún motivo es posible que mejore muchos enteros en el contexto de una actuación en directo. En el capítulo de los medios tiempos y baladas, el disco tiene una buena selección en su parte central. Tanto “Love Will Keep Us Alive” como “Your Last Song” y “Love Is War” comparten unas directrices similares, mostrando el lado más sensible de la banda alemana. Curiosamente, en éste disco Klaus Meine parece mucho más motivado con las canciones rockeras que con los temas algo más relajados. La manera en que aprovecha ese tono tan particular que posee en los temas rockeros le hace a uno preguntarse como después de tantos años, éste tipo aún sigue siendo capaz de entregarse de tal manera al cantar.

La recta final del disco, el desenlace, viene de la mano de “The Cross” – otro tema rockero de pura cepa- y “Humanity”, un híbrido de balada, himno rockero y clásico futuro de la banda. La colaboración entre Rudolf Schenker y Matthias Jabs, cada uno utilizando acústica y electrica, acompañados de instrumentos clásicos en los momentos cumbre de la canción, es simplemente genial. De todos modos, es difícil decidirse por una “mejor canción del disco”. “Humanity Hour I” es, a decir verdad, uno de los mejores discos de SCORPIONS en una década, pero –tal y como decía al principio de la reseña- no se hasta que punto la culpa es de Desmond Child o de los cinco integrantes de la banda…